En defensa de 'Malpaís'

AutorIsrael Sánchez

Cuando los españoles avistaron el monte que hoy se conoce como Ejido San Antonio, en Calpulalpan, Tlaxcala, observaron el paisaje de piedras volcánicas y rocas basálticas y zanjaron: "Es un mal país".

Y no es que lo fuera, sino que no se apegaba a lo que entonces consideraban "buen país": suelos planos y tierras productivas, explica en entrevista el antropólogo Francisco Castro Pérez.

Incluso ahora, dice el experto oriundo de la región, lo que puede ser visto por un agricultor como una zona improductiva, carente de "maderas preciosas", en realidad tiene el valor de ser un ecosistema muy sui géneris.

"Es un bosque de encino con una población, dicen los biólogos, xerófila (adaptada a un ambiente seco), donde predominan las biznagas, los nopales, cierto tipo de magueyes, y está asociado a toda una fauna, como el correcaminos o la víbora de cascabel.

"Tiene su encanto y características", enfatiza Castro Pérez, doctor en antropología por la UNAM.

Hoy día, la riqueza ecológica del Monte de Malpaís, así como su valor patrimonial, se hallan amenazados por la construcción del Parque Fotovoltaico Nueva Xcala, de la empresa de capital francés Engie México.

Un mega proyecto energético que ocupará una superficie total de 685 hectáreas -282 de tierra de uso común y 403 de tierra parcelada, pertenecientes tanto a Calpulalpan como al Municipio de Emiliano Zapata, en Hidalgo-, y que pretende colocar 734 mil 860 paneles fotovoltaicos policristalinos.

Algo que implica labores de nivelación del suelo y remoción de árboles y arbustos, como detalla la Evaluación de Impacto Social del proyecto, lo que ejidatarios, ganaderos, pobladores y académicos del lugar han denunciado y documentado como una devastación.

"Se hablaba de 5 mil árboles a talar en la zona", expone Castro Pérez, integrante del movimiento de defensa que surgió en 2017, que ha logrado frenar en un par de ocasiones el avance del proyecto.

"Eso va a generar un cambio microclimático enorme toda vez que los encinos hunden su raíz, buscan el agua, la jalan hacia sus hojas, están permanentemente, por decir, sudando, y eso genera un ambiente húmedo. Y esta gente (de Engie) piensa que son árboles viejos e inútiles".

Según la Evaluación de Impacto Social, la vegetación más valiosa será retirada y colocada temporalmente en una ubicación segura para la siembra al final del trabajo.

"Este procedimiento es necesario como mitigación ambiental", indica la versión pública del estudio: "Las otras especies de árboles...

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