Defiende Vicencio remodelación de sala
| Autor | Oscar Cid de León |
Ante la serie de cuestionamientos realizados por distintas voces, entre ellas la representación mexicana del Consejo Internacional de Sitios y Monumentos, Icomos, el Instituto Nacional de Bellas Artes asevera: No hubo daños tras las intervenciones al Palacio.
Teresa Vicencio, directora del Instituto, defendió en entrevista con REFORMA las adecuaciones realizadas al interior del recinto, entre ellas la instalación de un sistema de bocinas y micrófonos que asisten su nueva acústica; la rehabilitación de la sala, la integración de nuevos sistemas de seguridad, la reconfiguración de la butaquería y la renovación total de la mecánica teatral.
Acústica
La funcionaria observó "subjetividad" en los señalamientos vertidos a raíz de las obras.
Destacó la instalación del llamado "sistema de energía reflejada", que se traduce en 350 bocinas y 36 micrófonos en múltiples puntos de la sala, que, según señaló, es utilizado en diversos foros del mundo. Mencionó entre ellos al Met de Nueva York, que, dijo, usa un sistema similar.
Señaló también que "artistas famosísimos" suelen exigir presentarse sólo a través de ese sistema. "Es una opción que garantiza una buena emisión-recepción del sonido a todos los espectadores".
Las críticas son subjetivas, insistió. "Es un hecho que no todos escuchamos igual. Entonces pueden haber muchas subjetividades y es natural. Puede haber tantas opiniones como oídos haya".
Palcos
Al referirse a los trabajos realizados en sala, ponderó, entre otros cambios, el recorte de la profundidad de los palcos como un acierto, pues constituían una suerte de cavidades que generaban trampas sonoras, aseguró.
Añadió, además, que Adamo Boari, quien proyectó el Palacio, no contemplaba ese aspecto en la estructura dentro del plan arquitectónico original, retomado por Federico Mariscal.
Vicencio también explicó que, como recubrimientos de palcos y balcones, se utilizaron "chapas finas de nogal".
"La madera que cubría los palcos no era madera firme. Lo que nosotros retiramos fue una chapa de triplay de los años 50, reiteradamente entintada", recordó.
Defendió el material elegido, de un milímetro de espesor, pues obedece a "criterios sustentables" y aseguró que no era necesario una chapa "de un grosor innecesario que termina con los bosques".
Butaquería
Se replanteó la butaquería por motivos de visibilidad. Se eliminaron las áreas laterales que se utilizaban como pasillos de desahogo para colocar más butacas, consideración que no atenta contra la...
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