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Deja 'Conejo' sus lujos en reclusorio

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Vincent
AutorDiana Martínez

Durante casi un año, Harold Mauricio Poveda Ortega, "El Conejo", vivió en en el Reclusorio Oriente como al exterior: con lujos y rodeado de gente a su servicio, según funcionarios penitenciarios.

Siendo aún muy joven, Harold dejó su hogar en Tulúa, Valle de Cauca, Colombia, con la intención de ingresar a Estados Unidos de forma ilegal, pero finalmente decidió quedarse en México para iniciar, años después, su carrera delictiva como enlace y negociador en la compra de cargamentos de drogas con cárteles colombianos y mexicanos.

Se inició en el narcotráfico en el 2000 con el capo Diego León Montoya, "Don Diego", sirviendo de enlace entre el Cártel del Norte del Valle y el Cártel de Sinaloa.

Conoció a Arturo Beltrán Leyva, "El Barbas" y poco a poco su labor fue primordial en el tráfico de cocaína.

A finales de 2005 inició con la venta de drogas en antros del DF y desde entonces se allegó a los capos más importantes de Colombia.

Mientras festejaba el cumpleaños de su novia en una residencia en el Desierto de los Leones, las autoridades mexicanas implementaron un operativo en el inmueble y detuvieron a varias personas, pero Poveda ortega logró escapar.

Fue hasta noviembre de 2010 cuando "El Conejo" fue detenido al sur de la Ciudad de México e ingresado en febrero de 2011 al Reclusorio Oriente, donde la única diferencia con la vida que llevaba antes de ser detenido eran los muros de la cárcel.

Según funcionarios penitenciarios, Poveda vivió en este centro de reclusión con los privilegios añorados por la mayor parte de la población penitenciaria, como tener una estancia sólo para él sin padecer hacinamiento.

Era fácil diferenciarlo del resto de los internos, principalmente por su pantalla de plasma, su Blu-ray y las condiciones de su celda en el Dormitorio 2.

Durante su estancia en el penal capitalino, no sólo servidores públicos se vieron beneficiados de su poder económico, sino también internos, ya que ayudó a uno de éstos a pagar las quimioterapias que le salvaron la vida ante el cáncer que padece.

En el Reclusorio Oriente, internos...

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