Denuncian que el jazz carece de apoyos
| Autor | Alain Derbez |
Veinte años después de haber partido hacia Berklee, Massachussets, para estudiar jazz, Mili Bermejo toma el transporte que ha de conducirla a México, su patria, no obstante haber nacido en Buenos Aires.
El rumbo de la cantante, maestra, música, jazzista es Michoacán, donde ha de inaugurar, en el Teatro Morelos, el Festival Internacional de Música de Morelia, en su duodécima edición, para luego quedarse un par de días e impartir con sus compañeros de música varios talleres de jazz en el Conservatorio de las Rosas.
En los preparativos del viaje, Mili, la profesora del Berklee School of Music, la hermana del guitarrista Miguel, de las cantantes Margie y Tiki, la compositora, responde a preguntas sueltas:
"¿Con quien vengo a Morelia? Voy con la gente de mi más reciente proyecto: Mirando al sur. Pero en México obviamente me dan ganas de mostrar una variedad de todas las músicas que me gustan y hago con pasión: lo argentino, que renació en este último proyecto con el guitarrista Claudio Ragazzi; lo mexicano, lo latino en general, el jazz straight ahead y moderno: Bill Evans, Chick Corea, Billy Strayhorn; y claro, lo original.
"El Proyecto Argentino es nuestra más reciente grabación. Colaboramos con el guitarrista y compositor Claudio Ragazzi. El y yo nos graduamos de la escuela de Berklee en 84 y nos quedamos a radicar. Quien nos grabó es un ingeniero mexicano magnifico, Antonio Oliart. El llegó de Canadá. Es flautista. Estuvo en la Sinfónica de México y se especializó en grabación en McGill en Canadá. Creo que es la mejor producción que he hecho. El proyecto surge por casualidad. Yo andaba un poco atorada conmigo misma, sin proyecto... No tenía ganas de nada. Pero se aparece Claudio con tres canciones bellas sin letra, y heme aquí, con insomnio y depresión escribiendo letras a sus canciones en medio de la pesadilla. Me salvó la vida este reto y las letras salieron de inmediato y quedaron, creo, muy bellas. Ahí empezamos a armar repertorio y quedó lindísimo, con algunos tangos, chacareras, sambas, milongas, chamamés y las piezas originales de los dos. Usamos bandoneón y también acordeón. De algún modo, mientras el proyecto maduraba, Claudio y yo pensamos que es una extraña magia la que sale de volver a lo argentino, después de haber estado por mucho tiempo inmersos en el jazz y experimentando con muchas clases de música. De repente, volver a esa lejana raíz, a los...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba