DERECHO, POLÍTICA Y ECONOMÍA / Cero pesos, cero centavos

AutorJavier Mondragón

El Gobierno Federal operó Teléfonos de México entre 1972 y 1990 como una empresa de participación estatal mayoritaria, un verdadero monopolio estatal, idéntico al que operaba en ese tiempo en los países europeos.

En 1990 el Gobierno del Presidente Salinas de Gortari anunció la "desincorporación" de Teléfonos de México y su retorno como una empresa privada sujeta a un marco regulatorio específico, con disposiciones precisas en sus relaciones con otros concesionarios y comprometida con las reglas del servicio público.

Para poder vender la empresa en condiciones aceptables para los compradores, aún indefinidos, se procedió a una reestructuración administrativa, se celebró un nuevo contrato colectivo de trabajo, y se modificó el título de concesión que se le había otorgado en 1976.

El 25 de agosto de 1990, el Gobierno federal le otorgó a Telmex para todo fin práctico una nueva concesión muy precisa en cuanto a las obligaciones y derechos que tiene la empresa frente al Estado y la sociedad, que la empresa aceptó en sus términos, obligándose ambas partes a cumplir con las condiciones ahí estipuladas.

Telmex se obligó en especial a aumentar la cobertura de la red de tal modo que debería expandir el número de líneas de servicio telefónico básico a una tasa promedio mínima de 12 por ciento anual durante los siguientes cuatro años. Antes del 31 de diciembre de 1994 debería ofrecer servicio público básico con conmutación automática en todas las poblaciones del País de más de 5 mil habitantes.

Telmex se obligó a instalar y mantener las redes locales urbanas y a lograr que a más tardar el 31 de diciembre de 1994 todas las poblaciones con más de 500 habitantes tuvieran servicio telefónico, al menos mediante caseta pública o agencia de servicio de larga distancia.

Telmex, y la Secretaría se obligaron a aplicar un mecanismo de regulación específico inspirado en prácticas internacionales con base a incentivos, que tuvieron su origen en el Reino Unido exclusivamente a los servicios que forman la canasta de servicios básicos de telefonía.

Telmex se obligó a celebrar contratos de interconexión con otros concesionarios de redes públicas de telecomunicaciones. En caso de desacuerdo la Secretaría determinaría los términos y condiciones no convenidos pero siempre debería asegurarse de que en caso de que el operador fuese un concesionario debería pagar a Telmex el costo de todo lo necesario para establecer y mantener la conexión con un arreglo que incluyese una...

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