Desairan seis orejas

AutorGuillermo Leal

Qué lástima de tarde tan torera en Texcoco, la primera corrida de la Feria del Caballo que el público desairó provocando que el festejo se llevara a cabo como si sólo estuvieran en la plaza los invitados, como una tienta que se lleva a cabo a puerta cerrada.

Y los que fueron, como mil personas, se deleitaron con el gusto por torear que tiene actualmente Jorge Gutiérrez, del temple y la entrega de José María Luévano y de los detalles de artista de Alejandro Amaya, quienes cosecharon seis orejas, aprovechando un buen encierro de la ganadería de Campo Real.

La ganadería de Juan Ignacio García Gómez, corta en cantidad pero larga en calidad, envió seis toros disparejos de presencia pero de buen juego, destacando el primero, bravo y noble que mereció arrastre lento; la calidad del tercero, el cuarto que obedeció y el sexto con emotividad.

El quinto se rompió una mano y fue sustituido por uno de Marco Garfias que fue malo.

Jorge Gutiérrez está toreando para él, recreándose en los muletazos, entendiendo muy bien a los toros y sin agobiarse.

Así toreó a su primero, que fue extraordinario, y así también a su segundo, aunque éste se...

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