Empresa/ Desastre

AutorAlberto Barranco Chavarría

Del tamaño del problema habla la urgencia ineludible de invertir en la próxima década el inaudito de 250 mil millones de dólares, de los cuales 60 mil corresponderían al sector eléctrico y 190 mil al de hidrocarburos y petroquímica.

El diagnóstico es implacable:

-Existe desde 1983 una declinación sistemática de reservas de hidrocarburos. De hecho, al inicio de este año éstas equivalían a sólo 34 mil 104 millones de barriles de petróleo crudo, equivalentes a 24 años de producción.

-Hay una severa crisis en explotación -producción de gas natural-, combustible que tiene una demanda extraordinaria en el sector eléctrico. Y aunque el programa estratégico de Pemex aspira a duplicar la producción interna en el año 2008, existe incertidumbre en materia de exploración al haberse iniciado tardíamente, lo que vuelve prácticamente imposible alcanzar las metas.

-La pérdida de autosuficiencia energética apunta al deterioro:

La importación de petrolíferos asciende a 170 mil barriles diarios, con valor anual de 3 mil 500 millones de dólares.

La importación neta de gas natural se inició este año con aproximadamente 245 millones de pies cúbicos diarios, equivalentes a 350 millones de dólares, con la expectativa de crecer a tasas superiores al 10 por ciento anual.

El 50 por ciento de la demanda interna de gas LP se satisface con importaciones que equivalen este año a 50 millones de dólares.

La dependencia estructural en importación global de productos petroquímicos alcanzaría más de 4 mil millones de dólares durante este año.

El valor de las importaciones netas se sitúa entre 10 y 13 mil millones de dólares, mientras se exportan en la contraparte, bajo el rubro petrolero y petroquímico, 19 mil millones de dólares... si bien el 80 por ciento corresponde estrictamente a petróleo crudo.

Lo cierto es que el superávit en la balanza pudiera revertirse en un plazo no mayor de 6 años.

-La apertura incompleta en el renglón de gas natural (transporte, distribución, almacenamiento y comercialización), a la par de la existencia de un marco regulatorio que surgió retrasado frente a las necesidades; la inconsistencia en las políticas de precios contra la de otros combustibles competitivos, además de la ausencia de apoyo decidido en la liberación de derechos de vía para la construcción de infraestructura, vuelven aún más crítica la situación en la materia.

-La separación arbitraria de la petroquímica básica bajo control monopólico de Pemex ha provocado una aguda crisis en...

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