Desbordan seguridad en Roma

AutorInder Bugarin y Esteban Israel

REFORMA / Enviado y corresponsal

CIUDAD DEL VATICANO.- El fervor de cientos de miles de peregrinos que llegaron a Roma para ver por última vez a "Juan Pablo el Grande" desbordó ayer el operativo de seguridad de las autoridades italianas.

El vocero vaticano Joaquín Navarro Valls informó que Juan Pablo II no había dejado testamento, por lo que los Cardenales decidieron enterrarlo en la Basílica Vaticana el viernes a partir de las 10:00 horas.

Para las 20:00 horas de ayer -tiempo local-, el flujo peregrino era tal que el Vaticano decidió abrir una hora antes de lo previsto las puertas de la Basílica de San Pedro, donde será expuesto durante tres días el cuerpo del Pontífice.

"No empujen, no empujen, tranquilos, hay niños y ancianos", gritaba Laura Barrera, de Monterrey, quien estaba en la fila, mientras jóvenes voluntarios, sujetándose de las manos, intentaban frenar a la multitud que se abalanzaba hacia la puerta del templo.

El laberinto de mallas de acero en el que se convirtió la Plaza de San Pedro no fue la mejor solución.

Nadie sabía cuál era la cola oficial y en cuanto comenzó el acceso, los jóvenes -muchos de ellos mexicanos- saltaron las mallas.

Los más afortunados fueron los que quedaron atrapados en medio de vallas al interior de la plaza -unos 20 mil-. Al menos sabían que...

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