Descubrir el mundo a pasitos

AutorCecilia Núñez

Planear un viaje que tenga en cuenta la personalidad de los pequeños y no las fantasías de los padres, ir a un ritmo pausado y dejarse sorprender son sólo algunos consejos útiles de expertos en cultivar exploradores.

Elizabeth Young es la editora y fundadora de la página de Internet TravelforKids.com en donde se publican consejos, historias de viajes, recomendaciones de hoteles, tours o libros, y todo tipo de diversión referente a las travesías en familia por los cinco continentes.

Su pasión por inspirar a otros padres a viajar con sus hijos nació tras haberse dado cuenta cómo cada viaje con sus niños significaba una nueva lección, un nuevo aprendizaje sobre diferentes culturas y una sensación mayor de adaptación al llegar a descubrir un destino exótico.

"Después de un viaje, uno de mis hijos dijo: 'Mis problemas, comparados con los de los niños en India, no son nada', y supe que los viajes le estaban ayudando a madurar", cuenta Elizabeth.

La experta recomienda a las familias que, aunque los parques temáticos sean divertidos, se aventuren a disfrutar el mundo tal cual es, con libertad para explorar y sin rutas definidas.

"Planeen juntos los sitios que quieren visitar, lean e investiguen, y no atiborren en un solo día todas las actividades. Por ejemplo, visiten un solo museo y hagan otras actividades más relajadas al día. Hasta el destino más divertido del mundo puede convertirse en una pesadilla para un niño cansado y hambriento", explica.

Elizabeth asegura que viajar con los niños es una oportunidad para que los adultos se sorprendan de cosas a las que ya están acostumbrados.

"Yo conozco París a la perfección, pero un día caminando por una calle con la que estoy familiarizada, los niños señalaron una panadería con pastelitos en forma de torre Eiffel que jamás había visto. Entramos al lugar, compramos pan caliente y nos sentamos a disfrutarlo en una banca de un parque", recuerda.

Su mejor consejo para evitar frustraciones durante un viaje, es ser flexibles y no se enojen si un plan no sale como querían, mejor adáptense y disfruten del desvío. La naturaleza de los viajes radica en que nada es seguro.

VIAJERAS DE ABOLENGO

Un gran globo terráqueo que tienen en casa sirve para que Cata y Sofi señalen los sitios en los que viven sus "tíos postizos", amigos cercanos de sus padres que se encuentran radicando en distintos lugares del mundo.

Hablar de la cultura y las costumbres de sitios como China, Tailandia, Indonesia y Holanda, el país donde vivió la mejor amiga de la primaria de Sofi antes de mudarse a México, es divertido y natural para estas dos viajeras.

Jessica y Rogelio son los padres de estas dos pequeñas de 4 y 8 años que comenzaron a viajar desde que estaban en el vientre materno.

"De por si nuestra familia se mueve entre tres países: México, España y Argentina. Esto ha vuelto viajeras a las niñas sin que nadie se lo propusiera. Luego mi ocupación (periodista especializada en viajes) hace que este tema sea de la vida cotidiana", cuenta Jessica sobre la personalidad exploradora de sus hijas.

Dice que además está consciente de que las relaciones sociales y laborales en la actualidad son cada vez más cosmopolitas, y que sembrar en sus hijas la semilla del trotamundos, las prepara para el futuro que les tocará vivir.

"Los niños viajeros aprenden a valorar su propia cultura de una forma diferente, tienen más temas de conversación, se interesan por aprender idiomas. En síntesis, viajar despierta su curiosidad", afirma.

Acerca de los itinerarios que prefieren realizar en familia, ellos no discriminan necesariamente entre un parque temático y una ciudad cosmopolita.

"Nunca he llevado a...

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