Desempolvan al tricolor

AutorErnesto Osorio

El PRI chilango desempolvó ayer sus aspiraciones para alcanzar espacios de gobierno en la Capital de la República, pero también sus prácticas que le dieron fama.

Acarreos, para no variar; música de tambora, para no desentonar; "cargadas" bien ajustadas, matracas muy afinadas; las figuras de priistas históricos con brillo, y a un lado... los viejos-nuevos cuadros del tricolor que tomaron la explanada del PRI nacional y las oficinas del tricolor capitalino en la Cuauhtémoc.

Pero como ha sido ya una costumbre desde el año 2000, la confrontación no dejó de permear durante las poco más de 3 horas que duró el registro de los aspirantes a contender por la presidencia del PRI en la Capital.

Ayer, los cimientos de los edificios que albergan las sedes nacional y local del PRI se volvieron a cimbrar con las matracas y "La Marcha de Zacatecas", del mariachi y de las fanfarrias de trombones con el tradicional "chiqui ti bum".

Como hacía años no se sentía, se sintió el ambiente de las "cargadas" y de los acarreos, pero de los de a de veras, no de esos extraídos de la piratería perredista o panista.

Pero en los rostros de los priistas que acompañaron a sus "gallos", no se veían esas expresiones de júbilo que en su momento inundaban los mítines de Colosio o Carlos Salinas.

De plano, de aceite marca "unidad" carece la maquinaria. El encono entre los priistas no solo era en contra del "mal gobierno" que, dicen, "les quitó la Ciudad", sino en contra del grupo contrario, de la "tribu" de enfrente.

Primeros en asomar sus intenciones, los ferrocarrileros llegaron a la sede nacional para acompañar a Manuel Armando Márquez, Tesorero del gremio que lidera Víctor Flores, acusado del desvío de recursos de un Fideicomiso Ferronales.

El ensordecedor silbato -como el que pita en los partidos de "La Máquina" de Cruz Azul, allá por los rumbos de la Ciudad de los Deportes- que por años no invadía los aires de Buenavista, volvió a escucharse, muy cerca de donde se encontraba la estación del tren para acompañar el llamado a la unidad de un obrero de la CTM que sabe que en esta contienda esta solo y su alma (¡ah!, y su compañera de fórmula).

"Él viene solo y es la muestra más clara de que la CTM no le quiso hacer el caldo gordo a María de los Ángeles (Moreno) y rompió con ella, porque en el 2009 no le dejó nada al sector obrero ningún espacio", dice Roberto, un viejo militante del tricolor que se acomoda en la puerta a observar el proceso.

Llegó Juan Carlos Vázquez, palomeado...

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