Un desfile de película

AutorIván Sosa

El viaje al Mictlán, del inframundo de los mexicas al avance del Spectre originado en la creatividad fílmica de espías y villanos, fue testificado por cientos de miles de capitalinos y turistas, quienes se concentraron ayer en torno a Paseo de la Reforma y el Centro Histórico.

En una lenta procesión, con un millar de participantes ataviados en multitud de imágenes fúnebres, el primer desfile de Día de Muertos saturó aceras y calles adyacentes, insuficientes en el trayecto de cinco kilómetros para alojar a todos los que deseaban ver la representación en forma de desfile.

La típica visita a los panteones, que tendrá lugar los próximos días 1 y 2 de noviembre para conmemorar la otra vida, tuvo por anticipo una comparsa móvil extendida en una columna de un kilómetro, que de manera festiva avanzó de la Diana Cazadora al Zócalo, por Paseo de la Reforma, Avenida Juárez y 5 de Mayo.

Colgados de lo que tuvieran más próximo, ya fueran ramas de árboles, barrotes de ventanales o mobiliario urbano en general, y también desde las oficinas o sentados en restaurantes, una aglomeración de admiradores siguió el ritmo de la música y las estampas de catrinas y calaveras.

Abrieron la procesión los danzantes mexicanos que, con copal e incienso, suelen reproducir las ceremonias aztecas en las cercanías del Templo Mayor, con grupos que tocaban sus instrumentos de viento; y la cerraron voluntarios con bailarines animados por música moderna reproducida en bocinas.

Spectre, el símbolo de la calaca con un puro, introducido por la película de James Bond, el Agente 007, careció de la escena de persecusión de helicópteros, pero sí fue seguido por drones y cámaras de cientos de miles de teléfonos...

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