Deslumbra México en NY

AutorEdgar Anaya

Texto y fotos: Edgar Anaya

Quien camina por el extremo sur de Manhattan por estos días puede observar en la fachada del no muy conocido Museo Nacional del Indígena Americano un gran cartel con la imagen de un larguirucho y fantástico felino azul, que es, por cierto, de madera y tallado en Oaxaca.

Se trata de la invitación para entrar a la que fuera la aduana del puerto y asombrarse, por ejemplo, con la deliciosa saturación de figuras de barro de los árboles de la vida, con la finura y detalles de las figuras de cera y de los bordados de diseños seculares, con el desgarrado y fiero colorido de los alebrijes, hechos de papel, engrudo y mucha fantasía mexicana.

Arte sin pretextos

La exhibición Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano, que se inauguró en julio del 2002 y concluirá el 15 de marzo de 2003, es una representativa colección de piezas artesanales de la máxima calidad, tanto estética como de elaboración, adquiridas por Banamex con 180 distinguidos artesanos de todos los estados del País.

Obras de barro, madera, cartón, metales, cuero, piedra, vidrio, fibras vegetales, pluma y otros materiales, que en México se han exhibido en sitios como el Palacio de Iturbide, son resultado de larga tradición, fruto de vidas y familias enteras dedicadas a plasmar en los objetos cotidianos lo que el pueblo piensa, viste, trabaja, come... pero con talento sensible.

"¿Por qué cuando nos referimos al arte de los indígenas lo llamamos artesanía, como pidiendo perdón?", reflexiona el escritor uruguayo Eduardo Galeano.

Si "arte" son sólo las obras que se exhiben en los museos, como algunos afirman, las piezas surgidas de manos indígenas en pequeñas comunidades, como éstas, que ahora se exhiben en un importante museo neoyorquino, ya no tienen ni este pretexto para no ser consideradas arte popular.

"'Artesano', pues es un zapatero remendón que trabaja con las manos, según la definición del diccionario -comenta María Teresa Pomar, experta en el tema, gran coleccionista y fundadora del Museo de Arte Popular de Colima-. Pero quien tiene el concepto de hacer una muñeca o una máscara bellas es algo aparte, está inspirado por el ingenio y la creatividad del pueblo, para embellecer su entorno.

"No por ser pobre de dinero el pueblo de México es pobre espiritualmente; de lo único que no carecemos es de esa ansia de tener las cosas bellas. Un molcajete se talla con la figura de un animal porque la señora, que está todo el día en la cocina, quiere ver cosas bonitas...

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