Destinos oscuros

AutorREFORMA / STAFF

Hacer turismo no necesariamente implica buscar entornos paradisiacos ni espacios que inviten a desconectarse del mundo que lo rodea. A veces, lo que se visita son lugares donde ocurrieron situaciones atroces y que no ofrecen al viajero un respiro.

Por ello, existe el llamado turismo negro, que involucra conocer espacios asociados con la muerte y el sufrimiento. Y aunque ciertos destinos o planes de viaje podrían considerarse de mal gusto, también hay espacios que ayudan a comprender algunas eras oscuras de la historia.

Entre los ejemplos más claros se encuentran las visitas a Auschwitz, en las afueras de Oswiecim, Polonia. En este complejo, el más grande de campos de concentración y exterminio de la Alemania nazi, murieron más de un millón de personas, asesinadas en las cámaras de gas o a causa del hambre y enfermedades. Alrededor del 90 por ciento eran judías y las demás pertenecieron a grupos como polacos, gitanos, disidentes y prisioneros soviéticos de guerra.

En el museo y memorial se ofrecen recorridos guiados a dos espacios del complejo: los campos Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau. Las visitas se encuentran disponibles en varios idiomas y duraciones. Sin embargo, el tiempo mínimo recomendado para recorrer el complejo es de tres horas y media.

Además del acceso a estos espacios, el lugar cuenta con una colección de miles de objetos: zapatos, ropa y otras posesiones de los prisioneros, las literas en las que dormían y hasta las puertas de las cámaras de gas en las que eran asesinados.

A los visitantes del recinto se les solicita respetar el entorno solemne e ir vestidos de forma apropiada conforme al lugar que se visita. Por el contenido, se desaconseja que menores de 14 años acudan al museo.

Otro lugar en Europa asociado con la brutalidad y que está abierto para visitas es el House of Terror Museum en Budapest. Esta edificación, ubicada en el número 60 de la avenida Andrássy, vio pasar mucha de la barbarie asociada con la historia de Hungría en el siglo 20.

Las instalaciones fueron utilizadas por el fascista Partido de la Cruz Flechada, muy vinculado con el nazismo, y que estuvo en el poder hacia el final de la Segunda Guerra Mundial...

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