Detalla la realidad con la lente

AutorJavier Pérez

A Koudelka le interesa transformar la realidad. Sólo basta que sus ojos encuentren el lugar o los personajes adecuados para producir una re-visión del mundo, la cual plasma en su trabajo fotográfico.

Koudelka ha dicho que esta necesidad subjetiva le ha servido para separar lo esencial de lo secundario, por lo que, las más de las veces, su fotografía se detiene en pequeños detalles de la realidad, y eso se nota en su trabajo (que se exhibe a partir del próximo miércoles 9 en el Palacio de Bellas Artes), que lo mismo ha explorado el mundo teatral que la vida de los gitanos, invasiones bélicas, su propio exilio y desoladas extensiones de tierra devastadas por las manos del hombre.

Los resultados de su trabajo valen para que su nombre y apellido se encuentren en las listas de los “maestros de la fotografía” mundial, a pesar de que repita tantas veces como considere necesario que él no es ningún maestro ni ningún artista. Simplemente, dice, fotógrafo. Pero es que no cualquiera tiene el espíritu viajero de este hombre, un nómada que busca en su andar sus fotografías.

“Para mí, la fotografía no existe en categorías. No existe la fotografía documental, plástica ni conceptual. Hay fotografía buena o mala, una foto es un papel impreso, que te da o no una emoción”, dijo en la conferencia de prensa que ofreció el miércoles pasado en Bellas Artes.

Nacido en Moravia en 1938, región de la entonces Checoslovaquia, este maestro de la lente ha querido -y ha logrado- mantener su trabajo dentro de lo que él califica como intransigencia, alejándose así de los convencionalismos y los trabajos por encargo, a pesar de formar parte de la agencia fotográfica Magnum, dedicada al fotoperiodismo -que presume de ser la más prestigiada de su tipo- y que reúne entre sus filas a fotógrafos como Henri Cartier- Bresson, Elliot Erwitt, Luc Delahaye, Paolo Pellegrin, entre varios otros.

Koudelka aseguró, en una entrevista con el diario Le Monde, que su nomadismo responde a las mismas cinco reglas que el afamado viajero y literato Bruce Chatwin identificó como puntos de sobrevivencia de los aborígenes australianos ante la hostilidad que viven en su país natal: quedarse en el mismo lugar es un suicidio, tu país es aquel en el que no pasas a las preguntas, tu casa está en el lugar donde paras, en periodo de crisis debes tener al menos tres medios de salir del apuro y debes mantener buenas relaciones con los vecinos.

Son las reglas del ahora francés (naturalizado) Josef Koudelka...

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