Detiene Sergio Pitol su trabajo escrito
| Autor | Julieta Riveroll |
Los primeros capítulos de una novela aguardan a que su autor, Sergio Pitol (México, 1933), reflexione la conveniencia de seguir adelante con el libro, porque no quiere compartir la suerte de otros colegas que en su vejez sólo escribieron malas obras.
"En este año no he escrito sino e-mails", confesó el novelista y cuentista que dejó reposar deliberadamente el texto redactado antes de recibir el Premio Cervantes 2005 tanto por razones de salud como por valorar su escritura tomando cierta distancia.
Recién llegado de Japón, Sergio Pitol se mantiene fiel a su condición de viajero, la misma que originó los tres libros reunidos en Trilogía de la memoria, título editado por Anagrama y que ayer se dio a conocer junto con el anuncio del homenaje que recibirá mañana en Monterrey, por parte de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El tema central de la trilogía es la relación con los recuerdos propios y ajenos, es decir los de otros autores que modifican la percepción de la realidad, comentó el narrador Álvaro Enrigue.
"Sergio Pitol fue durante muchos años un escritor excéntrico, al que se leía nada más en Coyoacán, y cuando escribió El arte de la fuga, que en su momento se consideró el libro más raro del mundo y que desde mi perspectiva es el libro más importante del último cuarto de siglo de la literatura mexicana, y llegó a la FIL fue reconocido como el escritor que siempre había sido".
El arte de la fuga, y en especial el relato Vindicación de la hipnosis incluido en ese volumen, detonó gran parte del prestigio internacional de Pitol, el cual se reafirmó con la publicación de El Viaje, una obra literaria perfecta, y El Mago de Viena, consideró Enrigue sobre los títulos que integran la trilogía.
"Conforman el bloque central de la literatura que vendrá en México, aunque todavía está complicado definir la literatura mexicana del siglo 21. Los libros que vamos a haber querido emular y tratado de reescribir vienen contenidos en esa Trilogía de la memoria", añadió.
El delirio y el sueño, junto a rasgos más grotescos, violentos y ridículos, admitió Pitol, dan cuerpo a esa trilogía de corte autobiográfico, cuyo género literario hoy puede considerarse como anfibio pues se mueve entre las memorias, el cuento y el ensayo.
Otra característica común en la trilogía es el amplio registro emocional, pues su autor posee el sentido del humor más fino y delirante de las letras mexicanas, según Enrigue.
"En la obra de Sergio Pitol hay situaciones que ya no podrían...
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