Devoran los edificios la reserva ecológica

AutorManuel Durán

Los habitantes más viejos de San Mateo Tlaltenango nunca habían visto construcciones más grandes que sus casas ni más altas que sus árboles.

Ahora, desde el cerro se pueden ver parte de los 52 modernos edificios que albergan a corporativos nacionales o de origen extranjero, desarrollos habitacionales amurallados, además de cinco grandes estructuras en proceso de construcción como la Torre Blanca, la Torre World Plaza y el Corporativo Diamante I y II.

En 12 años la zona comenzó a desarrollarse. Para 1997 solo existía Santa Fe III (Iusacell) y en 1999 Santa fe IV (Daimler Chrysler).

Para Pedro Chávez residente de San Mateo los desarrollos se han comido a la reserva ecológica, se les ha cambiado el nombre original a las tierras y se margina la comunidad original.

Los comuneros también se quejan que los desarrollos residenciales no dan trabajo a la zona, pues incluso la servidumbre está industrializada y se contrata por agencias o empresas.

Pero no todo es culpa del desarrollo, los mismos propietarios originales de las tierras buscan vender por eso no es extraño ver carteles en la tiendas que llaman a juntas para conocer la situación legal de los terrenos.

Chávez y David Cervantes se dieron a la...

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