También en el DF se puede acampar

AutorLizette Rolland

Para nadie es un misterio que la Ciudad de México está rodeada de montañas. Ahí se encuentran, y cada vez que la contaminación lo permite volteamos asombrados a ver esas moles verduscas que, al menos de vez en cuando, no parecen tan lejanas.

Quizá sea por eso que no concebimos estos bosques de pino y encino como un destino de viaje; simplemente enmarcan la ciudad y son paso necesario para escabullirse de ella.

Sin embargo, esta enorme, populosa y problemática metrópolis se viste con campos de flores en verano, árboles con hojas secas en otoño y hasta con nieve en el invierno. A media hora del Periférico, el estruendo de la ciudad se escucha lejano, el paisaje recuerda a los Alpes y el cielo parece más azul.

Los bosques que nos rodean abundan en alternativas para pasar un día maravilloso, o incluso todo un fin de semana acampando en sitios seguros y bien cuidados. Algunos ejidos y comunidades del sur de la ciudad han desarrollado opciones de recreación y pernocta dignos de ser visitados.

Vivir el Distrito Federal de noche es una experiencia merecida para todos sus habitantes, especialmente para los niños citadinos que prácticamente no conocen más estrellas que las de la televisión.

Acampar en bosques de más de 2 mil metros de altitud no es lo mismo que instalar una tienda de campaña en la playa. Las temperaturas en la noche se acercan con frecuencia a los cero grados, especialmente en invierno. ¡Aquí el equipo sí que importa!

El campamento entonces puede traducirse en dormir bien y comer sabroso (no más galletas saladas con sardinas, ¡por piedad!). He aquí algunos consejos:

Para dormir bien

Lo más importante es la bolsa de dormir o "sleeping bag" (el "ilipi", como le decía mi guía tarahumara).

Un saco de dormir de media montaña debe especificar en su etiqueta que funciona a cinco o 10 grados centígrados. Atención: si no dice nada, lo más probable es que no dé el ancho. Hay una gama muy amplia de materiales buenos, desde sintéticos, como el hollofil, hasta naturales, como la tradicional pluma de ganso.

Siempre es recomendable llevar alguna cobija extra, por si hace demasiado frío.

Otro elemento imprescindible es el tapete de aire. Esta alfombrilla aísla el cuerpo de la humedad y el frío del suelo. Ninguna bolsa de dormir del mundo funciona bien sin su tapete; son un verdadero dúo dinámico del campismo.

Para comer delicioso

Algunos sitios para acampar del sur de la ciudad cuentan con servicio de comida, excelente si se quiere ahorrar toda la...

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