Un Día en la Vida de.../ Bill sin jazz ni papadzules
| Autor | Alain Derbez |
Hace unas semanas, como en otras partes, se pudo leer en esta columna hebdomadaria que Ernesto Zedillo ha optado -al terminar su periodo y seis millones mediante- por una modesta residencia del Pedregal de San Angel, no lejos de las oficinas del Fondo de Cultura Económica, como destino post-presidencial.
¿Y Clinton?... A Nueva York tal vez, si Hillary, la abogada chicaguense su mujer, gana las elecciones y lo permite, pero eso sí: nunca a Mérida. No si Bill sigue con esas hedonistas pretensiones de saberse en boca de la gente.
Basta revisar los periódicos del pasado fin de semana para entender porqué la emérita ciudad emeritense y con ella todo punto del yucateco territorio, no sería - entregado el poder- un nuevo hogar ad hoc: PRI y PAN, partidos siempre pendientes del bienestar del pueblo, han votado -a propuesta del mismo gobernador que pudo haber propuesto algo siendo gobernador de Yucatán hace más de un sexenio- por reformar el Código Penal y castigar, además de la "no autorizada exhumación de cadáveres" (¡no al doctor Frankestein ni a la Paca en el Mayab!), el "contagio de las enfermedades" (¡vengan entonces las máquinas expende condones en cada esquina del Paseo Montejo!) y "la tortura" (¡no al electro-shock de pabellón ni al tehuacán de crujía!), el (o la) "fellatio". ¡No más felación en Yucatán!
Oh cruel paradoja, le diría en inglés, compadrón y confianzudo su asesor al saliente: "No more head in that southeastern point of Mexico", que si traducido fuera como en película del canal 5, sería: "No vayas, luego es peor: ¿qué caso tiene Memo a estas alturas, un nuevo escándalo?". De entrar en vigor ya la cerverera disposición de quien hoy tan preocupado está por repartir bicicletas y si el ex saxofonista continuara con sus aficiones y denunciado fuera por practicarlas en tierras de William Berzunza, Ricardo Palmerín, Ermilo Abreu Gómez y el Guty Espadas, no podría asistir a la inauguración de la Escuela Superior de Jazz yucateca, asunto que debe suceder, si no hay vientos contrarios, en la primera semana de marzo del año en curso.
¿Qué? ¿Jazz en la tierra del faisán y del venado? ¿Por qué no hablas mejor -diría alguien hablándome de tú- del grave daño que al patrimonio de Slim causó el 9 de febrero pasado ese policía cachado por otros policías en pleno Sanborns volándose un par de discos de los Creedence Clearwater Revival y uno de Madonna? ¡488 pesos en total!...
Es cierto. Podríamos hablar de Juan Albarrán. ¿Cuánto gana? ¿Que fue de...
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