LA DIABLA / Parodia intele¿cuál?

AutorVera Milarka

Quien nos hace reír es un cómico. Quien nos hace pensar y luego reír es un humorista.

Georg P. Burns

'Edip en Colofón' no ha tenido la misma suerte que el resto de las obras que ha estrenado la Compañía Nacional de Teatro. Primero durante su estreno, por la interrupción sindical, luego por no lograr traspasar los límites de ser una obra meramente "cumplidora".

La obra de Flavio González Mello que dirige Mario Espinosa cuenta en su montaje con muy pocos dones, si bien el texto es jocoso y le apuesta a una retorcida vuelta de tuerca en el planteamiento del mito de Edipo, con sus divertidos juegos de palabras, a veces palíndromas y retruécanos del lenguaje, no deja de ser una simple comedia ("tragedia") de equivocaciones.

Mario Espinosa la recrea en el escenario apoyándose en la parodia intelectual pero facilona, en la que hasta el más "jetón" (que hubo varios en la sala) se ríe, pero lograr esto -por oficio- no es suficiente para complacer a un público exigente.

Tampoco los recursos se distinguen por algo más allá de lo que ya hemos visto en múltiples ocasiones; una escenografía vistosa y sencilla a cargo de Gloria Carrasco y una iluminación estéticamente dispuesta como un laberinto (el símbolo por antonomasia de la obra y del clasicismo griego) que aporta más desde su propia organización visual, que por sus resultados en la escena; amén de vestuario muy "chic", sobre todo para los internos de un siquiátrico.

La historia se desarrolla en un hospital de enfermos mentales (Colofón) donde veremos a un Edip (que no Edipo) enfermo básicamente de la memoria inmediata, aunque todo el argumento raya en una desmemoria histórica, social, cultural entrampada en una realidad laberíntica, tan profundamente compleja como los vericuetos que forman las nervaduras del cerebro humano.

La situación fársica estriba en un "volver al futuro". Sí, tal como la vieja cinta del mismo título plantea, Edip en Colofón es un absurdo de lo inverosímil temporal, donde los subterfugios del destino sitúan al incesto como eje central para trastocar la lógica de la vida y la muerte.

El planteamiento pudo (puede) dar más en una puesta que no tratara...

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