'Me dieron el antiviral y a los dos días de alta'

AutorDaniela Rea

Dos días después que el niño Édgar Hernández, el primer caso confirmado con virus de influenza A H1N1 en Perote, Veracruz, Brenda Guadalupe Oviedo presentaba los mismos síntomas, pero en Coacalco, Estado de México.

El viernes, afuera del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias donde aún su mamá permanece internada y con un pulmón destrozado por la influenza, la joven de 19 años recordó que ese 3 de abril comenzó a tener tos. Pensó que era una crisis asmática acompañada de temperatura y dolor muscular.

Su mamá Laura Leal Chávez la llevó a una clínica donde la inyectaron para frenarle el asma. Ese viernes y sábado reposó en su casa y el domingo haciendo el quehacer, fue la señora de 50 años, quien cayó en cama.

"Tenía dificultad para respirar y también pensamos que era una crisis asmática, porque ella también sufre de asma. En la noche la internaron en una clínica, pero no la checaron; en la madrugada, nos dijeron que no se hacían responsables de ella, que nos la lleváramos en un taxi. Era la clínica privada Rolosa, de Coacalco", relató Brenda.

Su prima, que es enfermera, les recomendó traerla al INER. Era el lunes 6 de abril y aún no había brotes de influenza en los medios de comunicación ni en la boca de los funcionarios.

Desde entonces, su madre permanece en el hospital. Dejó la sala de Urgencias, donde duró 11 días, cuando alguien -Brenda supone que algún fallecido...

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