Difunden cultura en un 'Elefante Polar'
| Autor | Julieta Riveroll |
ENVIADA
TLAQUILTENANGO.- Una calurosa tarde apareció en la Plaza Principal de Tlaquiltenango un iglú, pero sus habitantes, en lugar de esquimales, eran titiriteros y músicos que habían llegado al marginado municipio morelense para ofrecer su arte como parte de la Caravana del Elefante Polar.
Fue necesaria una jornada laboral de 17 horas para montar y desmontar el escenario móvil comandado por Triciclo Rojo, compañía de danza y clown independiente, y llevar un par de espectáculos al municipio de mayor extensión territorial del estado, conocido por sus balnearios pero carente de teatro.
Más de una docena de técnicos y parte del equipo de producción se reunieron desde las 6:30 horas en Coyoacán para salir en un par de camionetas rumbo a Morelos. Pararon a las 8:15 horas en Jojutla para alcanzar al escenario itinerante, la planta de luz y el camión que transportaba el equipo de audio e iluminación.
Entraron a Tlaquiltenango escoltados por un policía municipal en motocicleta y llegaron al Zócalo, donde comenzaron con el montaje al tiempo que un vochito anunciaba, a través de altavoces, los espectáculos que ofrecerían esa tarde.
La difusión de la Caravana arrancó una semana antes mediante una lona, carteles, anuncios en la radio y la televisión local, incluyendo el facebook del Gobierno municipal pero, ante la falta de transporte, fue difícil para los habitantes de las 22 comunidades rurales de Tlaquiltenango desplazarse hasta la cabecera municipal.
Casi 400 personas, de sus 31 mil 500 habitantes, presenciaron durante dos horas los espectáculos La vida útil de Pillo Polilla, a cargo de la Compañía Lourdes Aguilera, y Deshaciendo música, reinventando desechos, con la Orquesta Basura.
La primera función estaba programada a las 17:00 horas, pero el inclemente sol obligó a retrasarla una hora para esperar, sin éxito, el atardecer.
Era tal la intensidad de los rayos que la hija de Laura Elena Gil, coordinadora de cultura del ayuntamiento, en manos del Partido del Trabajo, aprovechó para repartir entre los espectadores unas sombrillas con el nombre impreso del gobernador morelense Graco Ramírez.
De inmediato, el equipo de producción del Elefante Polar exigió a Gil que retirara las sombrillas bajo la amenaza de cancelar la función, no querían estar asociados a ningún partido político aunque el Gobierno del estado hubiera financiado la gira.
Trabajadores del municipio colocaron una lona negra para dar sombra a los espectadores. "¡La hubieran puesto desde...
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