Coordenadas/ La dinámica económica

AutorEnrique Quintana

¿Ha jugado usted ajedrez? Si la respuesta es afirmativa, sabe que el análisis de un juego y la decisión respecto a qué pieza jugar, es mejor mientras más larga sea la combinación de jugadas que se visualicen hacia adelante.

El sentido común, tan ponderado a veces, fracasa en este terreno, cuando sólo calcula y ve la siguiente jugada.

En el día a día, el sentido común funciona bastante bien. Si usted tiene la percepción de que la tierra es plana y sobre esa base conduce su auto, no tendrá ninguna dificultad.

Pero si lo que quiere es lanzar un misil intercontinental y sigue suponiendo que la tierra es plana, simplemente va a fallar porque la tierra es curva. En distancias intercontinentales, la percepción del espacio que nos da el sentido común, simple y sencillamente falla.

La economía no es diferente. Algunos principios de la economía doméstica son aplicables en el ámbito macro, pero otros simplemente no sirven.

Uno de ellos es el que tiene que ver con la dinámica económica.

Regresemos al caso que hemos citado en este espacio muchas veces: los gastos de las instituciones de Seguridad Social, especialmente el IMSS.

Durante los 60 y 70, se tomó la decisión de invertir los recursos de las pensiones en la construcción de una red hospitalaria así como otra serie de inmuebles.

Para quienes en ese momento usufructuaron esos servicios, sin duda la decisión de generar la infraestructura fue positiva. Pero, si éstas mismas personas hubieran visto no sólo la "jugada inmediata" sino la combinación que seguía, hubieran observado que se erosionaban los recursos que deberían haber sido invertidos en áreas productivas que permitieran su crecimiento con objeto de garantizar pensiones dignas al momento de retirarse.

Vamos con otro ejemplo: los subsidios de la banca de desarrollo.

Durante muchos años, la banca de desarrollo dio crédito subsidiado, es decir, a costos que no sólo estaban por abajo del mercado, sino por abajo de lo que a la banca le costaba fondearse, es decir, obtener ese dinero.

Sin embargo, ese subsidio no se contabilizó directamente como parte del gasto público.

Para quienes recibieron esos créditos, no había mejor política que obtener dinero fácil y barato. Pero, no se dieron cuenta que a la vuelta de los años, el Gobierno tendría que reconocer ese gasto como déficit acumulado, convertido en deuda, y que las fuentes de recursos simple y sencillamente se iban a secar.

¿A qué vienen estas referencias?

En la realidad macroeconómica, no siempre...

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