Diplomáticos en las aulas
| Autor | Tania Romero |
Centrarse en los asuntos nacionales
Héctor Vasconcelos estudió Relaciones Internacionales en Harvard, aunque regresó su título cuando el expresidente Felipe Calderón fue invitado a participar en la institución como investigador.
Actualmente adscrito a la UNAM, se le conoce como el "triple embajador", ya que ostentó este cargo en Noruega, Dinamarca e Islandia.
"Siempre fue mi interés trabajar en el área de la política exterior de México. Pero la vida muchas veces desvía a actividades ajenas a los propósitos originales. Me tocó encabezar instituciones culturales. Fui el primer secretario general del Fonca -Fondo Nacional para la Cultura y las Artes- y dirigí varios años el Festival Internacional Cervantino", platica.
Su primer cargo como embajador fue en Dinamarca en el año 2000.
"Antes, fui cónsul en Boston, cuando Ernesto Zedillo llega a la Presidencia. Luego, él me nombra embajador en Dinamarca (...) Después fui embajador en Noruega y concurrente en Islandia, sólo iba a este país cada uno o dos meses".
Sin embargo, el Presidente Vicente Fox le retiró del cargo de embajador en Dinamarca por diferencias ideológicas entorno al Estado Laico.
También tuvo cargos diplomáticos entre 1996 y 2004, cuando el mayor reto fue incrementar las exportaciones nacionales hacia el viejo continente.
"Eran los años en que México estaba negociando los tratados de cooperación de libre comercio con la Unión Europea. Había un énfasis muy grande en los temas comerciales y de inversión extranjera en México".
Consejo de experto
A quien desea hacer una carrera en el Servicio Exterior Mexicano, Vasconcelos aconseja cursar estudios de Relaciones Internacionales pero, sobre todo, recuperar la prioridad de una visión nacional del país y de la historia.
"Promover los reales, esenciales e históricos intereses de México, porque en las últimas décadas han ocupado cargos diplomáticos más bien tecnócratas educados en el extranjero, en universidades norteamericanas principalmente, y que regresan acá a tratar de implementar o imponer criterios establecidos originalmente en Washington, en Chicago o en los grandes centros financieros. Y mire que yo también me formé en EU, pero digamos que yo no me desnacionalicé", afirma.
Él afirma que nunca olvidó que su función tenía un sólo sentido: servir a los intereses de México, no quedar bien con el sistema capitalista internacional, con las instituciones internacionales financieras como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
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