Dirigen pistas a tíos de niños

AutorLuis Cruz

Tras la desaparición de sus hijos, Laura hace de todo para buscarlos; pide ayuda en redes sociales, reparte volantes con sus fotografías, y hasta pega cartelones cerca de donde sospecha están sus dos pequeños: la casa de la familia Jacinto Frausto.

Laura Rocha Irizarri, de 30 años de edad, recuerda que pegó unos anuncios cerca de este inmueble, ubicado en el número 532 de Avenida Jardín, en la Colonia Euzkadi, en Azcapotzalco y los informes no tardaron en llegar.

"Cerca de la casa de los hermanos de él (Gabriel Jacinto Frausto, su ex esposo) hay un mercado, en una de las llamadas me dijeron que los habían visto ahí; también me dijeron que los llevaron a una estética, y también a una fonda.

"Por las características que me dan de las personas que los llevan, son sus hermanos, en esa casa vive toda su familia", sospecha Laura.

En este domicilio viven los hermanos de su ex esposo: Patricia, de 54 años de edad, Víctor, de 43, Rubelio, de 46, y su sobrina, Cecilia Plazola Jacinto, de 27.

Pero desde la desaparición de Iván, de 6 años, y Braulio, de 2 años, los tíos de los pequeños tomaron la misma actitud que su padre, la de guardar silencio aún a costa de su libertad.

Cuando recibió la información que vinculaba a estas personas con el paradero de sus hijos, Laura denunció los hechos ante la Procuraduría local, por lo que Víctor y Cecilia fueron detenidos y al negarse a declarar, fueron consignados a diferentes penales.

Sin embargo, los acusados consiguieron su libertad después de estar una semana en prisión, pues no había suficientes elementos en su contra.

Laura recuerda que desde el comienzo de este conflicto, las autoridades han realizado al menos cuatro cateos a este domicilio, pero coincidentemente en cada acción policial la casa está vacía, con muebles, pero sin personas.

Esos resultados hicieron sospechar a Laura sobre la posible filtración de información, pues días antes de los cateos personalmente vigilaba la casa de la familia Jacinto Frausto y veía que sus integrantes estaban presentes.

Entonces la mujer contrató los servicios de un detective privado, quien obtuvo la lista de llamadas que recibieron los familiares de Gabriel a sus teléfonos...

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