Disertaciones / Nos están esquilmando II

AutorRoberto del Cueto

Ello sin dejar de mencionar que dado que los afectados somos millones, estos abusos representan pingües ganancias.

Pues bien, déjeme contarle que tengo seis años de escribir artículos en estas páginas y ninguno de ellos había provocado una reacción semejante a la experimentada en esta ocasión. Me dicen que cuando algunos lectores se toman la molestia de hacerme llegar comentarios, hay muchos más que desearían haber hecho lo mismo. Esta reacción puso de manifiesto la molestia de muchos de nosotros con relación a este tipo de abusos y es en atención a ello que he decidido hacer públicos algunos de esos mensajes, reservándome los nombres de sus autores.

Un lector escribió que la nota le pareció estupenda porque refleja lo que todos pensamos, pero que no nos tomamos la molestia de denunciar públicamente. Otro opinó que muchos de estos "pequeños abusos" en contra del consumidor, parten de la idea de apostarle al error. Sí, lo que intencionalmente se busca es que el consumidor se equivoque o no solicite la cancelación de un servicio a tiempo, o lo haga pasado uno o dos ciclos de cobro. Alguno más me dice que por fin desperté y que siga escribiendo sobre el tema. No pocos me señalaron que respecto de las llamadas telefónicas que fácilmente caen a un buzón, les abrí los ojos. Pensaban ir a reclamar pero ahora se dan cuenta de la realidad.

En relación con la gasolina un lector opina que es un verdadero fraude, pero que lamentablemente las autoridades están tan ocupadas en darse de patadas en las espinillas que les importa un comino los asuntos de su responsabilidad. Agrega que estos y mil asuntos más, hacen que nuestro pobre País cada día ocupe lugares más bajos en cualquier comparación internacional.

Por último, varios lectores me solicitaron referirme a otros abusos semejantes a los ya comentados. Así, me pidieron hacer referencia a la situación conforme a la cual es verdaderamente sencillo y rápido contratar cualquier servicio de pago periódico, principalmente si uno acepta que se cargue automáticamente el importe mensual del costo del mismo a alguna tarjeta de crédito. Estoy hablando de servicios tales como el de conexión a internet, televisión por cable, etc. En estos casos, con una celeridad que asombra, es posible contratar el servicio, pero muchos lectores me indican y así lo he experimentado personalmente, que cancelar algunos de estos servicios y evitar, por consecuencia, los cargos ulteriores, se torna una misión casi imposible. De la...

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