Disertaciones / Hacienda y Banxico
| Autor | Roberto del Cueto |
En mis dos últimas entregas he comentado acerca de la posición de algunos optimistas en el sentido de que no hay mayor peligro si la izquierda accede al poder, dado que de darse esa situación, operarían los contrapesos propios de la democracia. Hablé primero del Congreso tomando en cuenta que es el contrapeso más importante que puede limitar al Ejecutivo. Toca ahora considerar a la Secretaría de Hacienda y al Banco de México.
Las personas que prestan sus servicios en la mencionada Secretaría, Banxico, las comisiones supervisoras y los bancos de desarrollo, constituyen uno de los cuerpos de funcionarios de carrera más importantes con los que cuenta la administración pública. Se han formado a lo largo de muchos años, gracias a que en este sector se ha observado una mayor estabilidad en el empleo, en comparación a lo que ocurre en otras áreas del gobierno. Ello obedece, muy probablemente, a que en materia financiera no es deseable, ni conveniente improvisar cada sexenio. Muestra de lo anterior en el destacado trabajo de este grupo de personas a largo del sexenio.
Este hecho, por sí mismo, representa un contrapeso importante a posibles iniciativas desatinadas que pudieran plantearse como resultado de un cambio de gobierno. Sin embargo, la eficacia de este contrapeso depende de diversos factores. El más importante será, sin duda, la orientación y aptitudes del próximo Secretario de Hacienda. Como ustedes saben, en nuestro régimen presidencial corresponde al Presidente de la República la designación y remoción de los Secretarios de Estado, sin participación de otros poderes. Esta decisión será clave. Nunca será lo mismo un Secretario de Hacienda comprometido con la disciplina de las finanzas públicas, con disposición para mantener en sus cargos a los funcionarios clave que prestan sus servicios en esa Dependencia y, más importante aún, con la fuerza necesaria para guiar el quehacer del gobierno por la senda de la estabilidad, que otro cuyas prioridades sean cazar brujas, bajar las tasas por decreto, renovar a todo el equipo, imponer canalizaciones obligatorias de créditos o pedir que el Banco de México fomente con crédito primario el desarrollo económico, temas apuntados en los discursos de algún candidato de izquierda.
Tampoco debe soslayarse que corresponde al Secretario de Hacienda designar a los presidentes de las comisiones supervisoras del sistema financiero y a los directores de los bancos de desarrollo.
El Banco de México merece mención...
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