Disfrutan piel mexicana
| Autor | Silvia Olvera |
¿Sabe a qué huele la piel en los automóviles?... a León.
Cerca de 900 mil vehículos que anualmente se integran a las calles de Estados Unidos, China, Venezuela y México tienen algo en común: los forros de sus asientos hechos en esa ciudad de Guanajuato.
Cueros Industriales del Bajío (Cuinba) figura en el segundo puesto en la proveeduría mundial de vestiduras de piel de General Motors y el tercero en Volkswagen, aseguró Jorge Plascencia Bribiesca, director de la empresa.
Una mirada por el retrovisor de la compañía permite observar su recorrido en línea recta.
Siendo al final de los ochentas un proveedor de cortes vacunos para calzado, Cuinba fue localizada por directivos de General Motors (GM), cuando buscaban proveedores para su producción nacional.
La firma de Plascencia era la única en la región que ofrecía la calidad necesaria que requerían los asientos de estos automóviles.
"Cuando ellos se acercaron, reaccionamos rápido y nos certificamos en los modelos de calidad que pedían, con lo que cerramos el trato".
Sin embargo, al abrir esa puerta Plascencia se aferró a la idea de vender también a las plantas de General Motors en Estados Unidos.
El buen desempeño que durante más de 5 años tuvieron con esa compañía en México, no bastó para convencer a los directores de su filial en el país vecino.
"Fue difícil", confesó, "nos veían muy pequeños, la percepción de la industria mexicana no era buena".
Su insistencia permitió que directivos estadounidenses visitaran la planta en León, Guanajuato.
Plascencia, hábilmente cambió el porcentaje de su proveeduría de pieles, comprando la mayoría del material en Estados Unidos, en donde el ganado es mejor tratado, por lo que el cuero resulta de mejor calidad.
Ese factor, más una máquina de pintura italiana, personal con experiencia en el ramo automotriz, pero sobre todo, un precio menor al que ofrecían proveedores estadounidenses, fue la combinación que logró el contrato.
"La organización y su gente hacen la diferencia, porque todos cooperan para hacer procesos eficientes", resaltó respecto a Cueros Industriales del Bajío Gonzalo Landeros, de GM México.
Así, en 1993 firmaron el primer envío con destino a GM en Estados Unidos.
Pero, Cueros Industriales del Bajío apenas arrancaba.
Plascencia tocó tantas puertas de gerentes de compras en armadoras como pudo.
"Muchísimas veces no nos recibieron", recordó.
Pero otro proveedor de GM, el de los asientos de GM que Plascencia forraba, los recomendó en Volkswagen.
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