La disputa por el PAN

AutorErnesto Núñez

Vuelven las mantas, las matracas, los banderines y los papelitos azul y blanco. El PAN está otra vez en contienda interna, en busca de un liderazgo que los saque del marasmo iniciado en 2009, que los llevó a perder la Presidencia de la República.

De un lado, los maderistas tratan de reelegir al actual dirigente y consolidar un proyecto que, incluso, les dé para buscar la Presidencia en 2018, con Gustavo Madero como candidato.

Del otro lado, los corderistas llaman a "recuperar lo perdido". Se aglutinan en torno a Ernesto Cordero -un actuario con escasa trayectoria partidista-, y piden ya no ser identificados como calderonistas.

Tras la pérdida del poder y los reacomodos internos, las corrientes azules llegaron con baraja nueva a los registros de los precandidatos la semana pasada.

Madero presumió a tres gobernadores (Puebla, Baja California y Sonora), 84 diputados federales, 10 senadores; los coordinadores parlamentarios en el Senado y San Lázaro; los alcaldes recién electos en Puebla, Mexicali, Aguascalientes, Saltillo y Mérida, y una amalgama de operadores políticos con colmillo y nómina, aunque impresentables: Ulises Ramírez, Miguel Ángel Yunes, Jorge Villalobos, Rodolfo Dorador, Isabel Trejo, Arturo Salinas, Luis Alberto Villarreal, Jorge Luis Preciado, Guillermo Anaya...

En la planilla de Madero es visible el trabuco que pretendió armar: Ricardo Anaya -a quien apodan el "joven maravilla" tras su paso como presidente de la Cámara de Diputados- como candidato a la secretaría general; tres mujeres enviadas por los gobernadores: Blanca Jiménez Castillo (Puebla), Loreto Quintero (Baja California) y Teresa Lizárraga (Sonora); el jalisciense Isaías Cortés Berumen, y dos consejeros que, a partir de 2012, trazaron con Madero la ruta del distanciamiento con Felipe Calderón: Santiago Creel y Marco Adame.

El chihuahuense dijo traer "las alforjas llenas", y más de 96 mil firmas de militantes, de un total de 219 mil con derecho a voto el próximo 18 de mayo.

Una aplanadora que, además, cosecha a todos los agraviados del calderonismo; desde Javier Corral hasta los llamados "Bravo boys" mexiquenses.

Cordero se hizo acompañar de algunos resabios del calderonismo: Max Cortázar, su coordinador de campaña; Luisa María Calderón, hermana del ex Presidente; los senadores Javier Lozano, Roberto Gil y Mariana Gómez del Campo, y el dueño de la encuestadora Arcop, Rafael Giménez. Su equipo presume el apoyo de los gobernadores de Guanajuato y Baja California Sur, pero ninguno de los dos se presentó al registro. Tampoco estuvo ahí Margarita Zavala, mucho menos su esposo el ex...

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