Documenta la CNDH fabricación de culpables

AutorDaniela Rea

La Policía Ministerial de Guerrero intentó fabricar culpables en el caso de la muerte de dos normalistas durante el desalojo de la Autopista del Sol, ocurrido el 12 de diciembre pasado, documentó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en su informe preliminar de los hechos.

En el reporte, presentado el lunes, el organismo dio a conocer el caso del estudiante Gerardo Torres, quien fue torturado por ministeriales y forzado a disparar un "cuerno de chivo".

Posteriormente, fue acusado de haber activado el arma en contra de policías federales durante el desalojo.

Según el testimonio de Torres, luego de que comenzaron los disparos vio a dos jóvenes heridos tirados en la carretera, corrió con otros estudiantes y se escondió en uno de los autobuses en que se transportaron los normalistas para bloquear la autopista.

Elementos de la Policía Federal llegaron hasta el vehículo, bajaron a los jóvenes y los comenzaron a golpear.

Torres fue subido a una camioneta blanca de la Policía Ministerial y trasladado a la Procuraduría estatal. Ahí, a él y a otro detenido los pusieron boca abajo y continuaron golpeándolos.

Les tomaron las huellas dactilares y comenzaron a registrarlos. De sus bolsas sacaron 30 pesos, un celular y un casquillo que se encontró en el enfrentamiento.

Tres policías -uno vestido con pantalón camuflado verde con gris- llevaron a Torres a un baño donde lo golpearon con trapos mojados, según su testimonio.

Lo acusaron de tener casquillos de "cuerno de chivo" y lo interrogaron sobre el arma.

"Cada vez que les decía que lo había levantado, me golpeaban. Me dijeron: 'tú mataste a los federales, ¿verdad?'. Ellos decían que había tres federales muertos", relató al personal de la CNDH.

Torres fue colocado frente a los lavabos, contra los cuales estrellaron su cabeza mientras continuaba el interrogatorio.

Luego fue sacado del baño, lo subieron a una camioneta y lo esposaron.

Viajó durante 25 minutos hasta llegar a un vía de terracería, a las afueras de Chilpancingo. Lo metieron a una casa de madera deshabitada, que, según le dijeron, era de "un ex militar".

"Me preguntaron si yo había disparado un arma; les contesté que no y me dijeron: 'pues ahora vas a aprender'. Sacaron un arma larga. 'A ver, ahora vas a aprender con un arma', insistían. Les dije que no y me comenzaron a golpear con la mano empuñada en el estómago, las costillas y los brazos.

"Me sacaron el aire. Me obligaron a poner la mano en el arma y el que estaba conmigo me obligó...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR