Reportaje/ Domina escepticismo en transición peruana

AutorJacqueline Fowks

LIMA.- Durante la campaña electoral de Alejandro Toledo fue sorprendente la gran concurrencia a sus mítines realizados en Cusco. Mañana domingo, el ya Mandatario acude a la explanada del Machu Picchu -el más importante centro arqueológico peruano- a una ceremonia de "pago" a la tierra. Sin embargo, en esta región sureña la presencia del Gobernante no despierta pasiones, y en Lima se percibe incertidumbre y escepticismo ante el nuevo Ejecutivo.

Alejandro Toledo jura hoy el mandato para gobernar a 26 millones de peruanos, 4 millones de ellos pobres y 221 mil 758 damnificados por el terremoto del 23 de julio. Esta situación socioeconómica preocupa a Romeo Grompone, investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos, quien prevé tensión entre las medidas de realismo económico y las exigencias de la población.

"La primera preocupación es cómo enfrentará una imagen de legitimidad ante el frente externo y la satisfacción de demandas que planteó a la población, muy exigentes y de algún modo irrealizables. Habrá tensión porque Toledo es inestable en la forma en que maneja su toma de decisiones, no lo hace en torno a un equipo consolidado y visible", afirma el profesor del posgrado en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

"Además están sus dificultades de comunicación con los medios y su incapacidad de defenderse. Esa característica se extrema al asumir el Gobierno sin el respaldo de un partido político constituido. La particularidad peruana es que la decadencia de un régimen antipartido y antipolítica (el de Fujimori) no significa un restablecimiento de partidos políticos como ocurrió en Argentina, Chile y Uruguay", anota.

Según Grompone, el Mandatario no es un triunfador con expectativas como las que tuvo Alan García en 1985 y Alberto Fujimori en 1990 y 1995.

"No hay un toledismo entusiasta que crea que él solucionará los grandes problemas. Lideró la oposición política y social más por producto de las circunstancias que por su propio liderazgo. Hay una oposición social a Fujimori pero ello no genera una alta expectativa hacia Toledo, sino a lo sumo un Gobierno ordenado, transparente y que administre la crisis. Como dice un politólogo argentino, Cheresky, a propósito de algunos Gobiernos que aparecen en América Latina, sería una democracia modesta, sin grandes cambios", considera el sociólogo, quien está "levemente esperanzado".

Iván Thays, de 33 años, escritor, profesor universitario y conductor de un programa de...

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