Entre dos ríos

AutorRogelio Elizalde

Fotos: Adrián Ruiz

Enviados

CENTLA, Tabasco.- Tres cuerpos de agua -el Río Grijalva y dos ramas del Usumacinta- se unen y fluyen hacia al Golfo de México.

A contracorriente, una pequeña lancha de motor se dirige hacia la confluencia de estos ríos, los más caudalosos del País.

Los navegantes muestran valentía, o al menos eso cree Abril Menchaca, una turista de 43 años que observa el escenario a 20 metros de altura, desde la torre de vigilancia de la Reserva de la Biósfera Pantanos de Centla.

"Imagínate la fuerza que tiene esa corriente. Debe dar miedo enfrentarla", le dice Abril a su hijo, Quique, de 12 años, mientras éste, entretenido con su celular, toma fotos para subirlas con filtros sepia a Instagram.

Antes del viaje, Abril no sabía nada de estos humedales, pero en Villahermosa, donde llegó hace unos días, le recomendaron venir, ya que se encuentra a sólo hora y media en coche, en dirección a la costa.

Hoy, tras tantas explicaciones de su guía, han aprendido mucho. Ahora intenta enseñarle a Quique, quien más bien está interesado en capturar en su teléfono a cocodrilos y víboras que pasan debajo de los andadores de madera.

Que los Mayas vivieron a las márgenes de estos ríos desde el 2 mil a.C. y a través de ellos se comunicaban ciudades como

Palenque y Yaxchilán; que los manglares albergan en sus grandes raíces a comunidades de cangrejos y peces; y que este delta forma uno de los humedales más importantes del mundo, son algunos datos que Abril acaba de aprender de la conocedora.

Mientras su madre le explica, Quique observa con atención cómo las lanchas se dirigen a explorar pequeñas vertientes del río San Pedrito. Éste es una rama del Usumacinta que pasa por varios pueblos...

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