Dos guerras, dos Bush

AutorTania González

El 2 de agosto de 1990 inició la crisis que dio origen a la Guerra del Golfo Pérsico, cuando Saddam Hussein invadió y anexionó el Emirato de Kuwait para, aparentemente, controlar las reservas petroleras.

A partir de entonces, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emitió 10 resoluciones que culminaron el 15 de enero de 1991 con la exigencia expresa de que Iraq abandonara Kuwait. Una coalición multinacional comandada por Estados Unidos y por su líder, George Bush, inició la recuperación de Kuwait.

Doce años después, Kuwait no está invadido y Estados Unidos va a una guerra sin el apoyo mundial incondicional. George W. Bush, esta vez el hijo, acusa a Iraq de desarrollar armas nucleares y, tras amenazarlo con lanzar una ofensiva militar para cumplir los mandatos de la ONU de declarar y destruir sus arsenales, anunció un ultimátum para atacar "preventivamente" antes de ser atacado.

En 1991, la resolución 678 de Naciones Unidas fijó como fecha límite el 15 de enero de 1991 para que Iraq saliera de territorio kuwaití. A partir de entonces, Bush padre inició una campaña de cabildeo que le permitió lanzar una ofensiva con el apoyo europeo, pero también árabe. Arabia Saudita facilitó sus bases aéreas para servir como plataforma de ataque, al tiempo que soldados egipcios, sirios y turcos participaron activamente.

Para el 2003, Bush hijo se lanza a una guerra después de enfrentar los cuestionamientos alemanes, franceses, rusos y chinos sobre lo justificado o no de un ataque. "Unilateral" es como califican a Estados Unidos sus otrora aliados, que ante todo, más de una década después, buscan proteger sus intereses económicos en Medio Oriente, principalmente Rusia y Francia, miembros del Consejo de Seguridad con derecho a veto.

A diferencia de Bush padre, que hizo gracias al Secretario James Baker una verdadera campaña de convencimiento, Bush hijo asegura que "con o sin aliados" Estados Unidos buscará un cambio de régimen en Iraq, amén de asegurar con ello la seguridad internacional.

Los "aliados" árabes aún no se reponen de las acusaciones de ser "patrocinadores e impulsores" del terrorismo, después de los ataques del 11 de septiembre y del derrocamiento del régimen talibán, cuando ya se ven amenazados por un conflicto bélico que, entre algunos resultados previsibles, causará una desestabilización en Medio Oriente.

En octubre del 2001, Pervez Musharraf, Presidente paquistaní, aseguró que era lamentable que todos los conflictos políticos en el mundo...

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