Entre la duda y la certeza

AutorJesús Pacheco

El psicoanalista británico Darian Leader comenzó a interesarse en Freud cuando todavía era adolescente. Lo leyó al mismo tiempo que las obras antropológicas de Frazer, que abrieron un mundo nuevo para él, por su exploración del lado oculto de las prácticas, las creencias y los hábitos cotidianos. Todavía como estudiante, trabajaría en una comunidad terapéutica, labor que le daría experiencia en padecimientos mentales.

Desde sus días formativos, Leader había visto el acercamiento lacaniano a la psicosis como el más poderoso y rico, tanto en un nivel conceptual como en un nivel clínico.

"Aun así, ese trabajo era conocido difícilmente en el mundo de habla inglesa, y no había algún libro que presentara los principales conceptos y explicara la teoría a la vez que utilizara ejemplos de casos".

Se propuso entonces escribir un ensayo que abriera ese campo de investigación a una audiencia más amplia. Fue así como nació '¿Qué es la locura?' (Sexto Piso), que se nutre de las propias experiencias de Leader como psicoanalista y plantea una nueva aproximación a la locura, además de subrayar la necesidad de regresar a modelos terapéuticos que utilizan el diálogo y el conocimiento profundo de la historia del paciente como principales herramientas.

Durante tu investigación, ¿descubriste algunas culturas más relacionadas con la locura que otras?

Algunas culturas son más sensibles al padecimiento mental que otras. En sociedades neoliberales, donde los factores económicos dominan todas las formas de atención médica, se pone el énfasis en los resultados y las soluciones rápidas, haciendo que la gente regrese al trabajo tan pronto como sea posible. Se ignora completamente las razones del sufrimiento de la gente. Se ve un síntoma como una molestia local que tiene que ser limpiada, como basura, antes que como una señal de que algo está mal en un nivel más profundo. Podemos aprender mucho de algunos países escandinavos, donde el tratamiento de la locura es mucho más sensible y cuidadoso que en otros lugares.

¿Han contribuido de alguna manera las afecciones mentales al desarrollo de la filosofía, la literatura o el arte?

Puedo imaginar que lo han hecho, pero creo que sería un error vincular el sufrimiento mental con la creatividad.

¿Por qué?

Porque no hay distinción entre salud mental y enfermedad. Todos hacen su mejor esfuerzo para luchar con los problemas que yacen en el centro de su ser, así que todos están envueltos, lo sepan o no, en problemas y dificultades...

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