Cuentas dudosas: el efecto Enron en Latinoamérica

AutorJaime Mejía Mazuera, Teresa Bouza, Nicole Raymond, Mauricio Esposito, Gabriel Sama, Laura Martínez y Alejandro Bianchi

Redactores de The Wall Street Journal.

Mientras la tormenta contable en Estados Unidos sigue causando estragos en el mundo empresarial de ese país, América Latina e incluso España han decidido hacer un alto en el camino y revisar sus prácticas de contabilidad.

En América Latina, los balances de las empresas pueden ser a veces pura ficción. Empresarios e inversionistas siempre han sido conscientes de sus debilidades en ese campo. Pero ahora, al flaquear el sistema contable de EE.UU., antaño el más confiable, las autoridades y las organizaciones profesionales de algunos países latinoamericanos y de España han iniciado o acelerado una serie de reformas que apuntan a una mejor práctica contable y de gobierno corporativo.

El primer gran ejemplo es el del conflicto de interés de los contadores. En casi toda América Latina no se prohíbe a las firmas de contabilidad prestar servicios de auditoría y consultoría a una misma empresa. Tras revisar la situación en 8 de los principales países de la región y España, se encontraron sólo dos excepciones: Brasil y Colombia.

Esta práctica es precisamente una de las que más se le ha criticado a Arthur Andersen como auditor de Enron, empresa hoy bajo protección de bancarrota. No obstante, el tema se está debatiendo en toda la región y en varios países se discuten reformas que podrían llenar ese vacío.

Por su parte, Chile y España lideran cambios en las prácticas contables. Actualmente se discuten nuevos proyectos que podrían tranformar ahí el ejercicio de la profesión. También en Colombia y en Brasil se han iniciado discusiones sobre cambios en la contabilidad.

La transparencia en la información contable es imprescindible para una región que, como América Latina, necesita capital. Mientras mejores sean los estándares, los inversionistas locales e internacionales estarán más dispuestos a invertir en la región. De hecho, un estudio de Deutsche Bank demostró que los inversionistas pagarían una prima de hasta el 40% por las empresas que tengan las mejores prácticas de gobierno corporativo, lo que incluye el tema de la contabilidad.

En EE.UU., el mercado de valores no ha mejorado al mismo ritmo que lo ha hecho la economía, precisamente porque los inversionistas ya no confían en la información que presentan las empresas sobre sus resultados. Esto puede atribuirse al escándalo de Enron y de Andersen, y al surgimiento de fuertes dudas sobre la contabilidad de grandes conglomerados como Coca-Cola, IBM, General Electric y Microsoft. Esas dudas también contribuyeron a la crisis de Global Crossing, gigante de las telecomunicaciones que se ha acogido también a la protección de las leyes de bancarrota.

De hecho, en lo que va del año, algunos inversionistas han liquidado parte de sus inversiones en bonos corporativos de grandes conglomerados estadounidenses y han destinado más recursos a inversiones en deuda soberana de países emergentes. Esta situación se refleja en el diferencial de las tasas de interés de esos bonos y los bonos del Tesoro de EE.UU., de plazos comparables. De acuerdo con Merrill Lynch, ese diferencial ha aumentado a 1,67 puntos en lo que va de año, de 1,62 puntos porcentuales, y el rendimiento de estos bonos para el inversionista ha sido negativo en 0,79%, según datos hasta el 15 de marzo.

Suele decirse en la región que las empresas mantienen tres libros: uno para el departamento de impuestos, otro para los accionistas y un tercero con la verdad. Aunque la práctica no se da en todo el universo empresarial, la impresión de que esto es así ha sido dañina para la región, que aún tiene mucho por lograr en materia de crecimiento económico y generación de empleo.

De todas maneras, hay algunos avances. "Creo que América Latina dio grandes pasos durante los 90 en materia de protección a los pequeños inversionistas. El avance de Brasil fue especialmente significativo", dice F. Rowe Michels, director de investigación para América Latina de Bear Stearns en Nueva York.

Además, la profesión contable en América Latina está atenta a las reformas que surjan en el Congreso de EE.UU., y que se empezaron a debatir como resultado del caso Enron. Sergio Duque, jefe del Departamento de Comunicación y Análisis de la Comisión Nacional de Bolsa y Valores de México, dice que aunque no ha habido grandes cambios como respuesta al caso Enron, cualquier medida que se tome en EE.UU. afectará definitivamente a México, porque "las prácticas contables de aquí se apegan al GAAP", es decir, a los principios de contabilidad aceptados en EE.UU.

Los siameses

Entre todas las revelaciones surgidas del caso Enron pocas han sido tan absurdas como el papel jugado en el proceso por su auditor Arthur Andersen. De acuerdo con Enron, la firma ayudó a estructurar las sociedades privadas cuyo tratamiento fuera de los libros fue después aprobado por el mismo auditor. Estas operaciones contribuyeron al hundimiento del gigante energético.

Pero eso no es todo. Andersen cumplió funciones de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR