Ecos de viaje / Lo real maravilloso
Autor | Adalberto Ríos |
Cuando los conquistadores españoles llegaron a Potosí, en Bolivia, se extasiaron ante su riqueza minera. En México hallaron otro sitio deslumbrante por lo que, equiparándolo, lo llamaron: San Luis Potosí. Hoy se sabe que la capacidad creadora de su gente es la que "vale un Potosí".
Una gran herencia
Las obras del arquitecto Ricardo Legorreta, mexicano de talla mundial, compendian funcionalidad y belleza, que son patrimonio de México, del mundo y también de los niños.
En un espléndido espacio de 9 mil metros cuadrados los potosinos decidieron hacer una gran inversión: crear un museo que contactara a los infantes y a toda la población con su entorno y los estimulara, a través de los nobles caminos de la ciencia y el arte, a imaginar un futuro mejor.
Todo lo anterior pretende lograrse en el incomparable espacio encargado a una mente creadora excepcional.
Con la experiencia museográfica de Papalote, Museo del Niño, la suma de talentos como Francisco Toledo, Ricardo Regazzoni, Alfredo Salomón y del liderazgo de la comunidad científica potosina nació El Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes de San Luis Potosí.
Gran laberinto
Los laberintos aparecen en muy diferentes culturas, semejan retos para ubicarse y encontrar salidas, situación parecida a la lucha diaria de sobrevivencia.
Un laberinto mexicano, de cactus, circunda la monumental torre observatorio. La museografía del Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes de San Luis Potosí incluye, modelos de punta, como la mesa Reactable y salas que conectan al visitante con la naturaleza potosina, desde el desierto y el corral, al espacio y a lo imperceptible.
Notable es la conjunción de mensajes científicos y obras artísticas escultóricas y musicales.
En la página electrónica oficial (http://legorretalegorreta.com) se lee que un museo "debe representar el carácter de la región donde se encuentra. En el Laberinto nos inspiramos en las antiguas haciendas de San Luis Potosí y creamos un patio central [...] Las piedras que se usaron tanto en pisos como en la fachada son locales y el diseño de la jardinería responde al clima desértico de la zona".
El arquitecto Ricardo Legorreta seguro descansa en paz y satisfecho.
El sueño llamado Xilitla
Xilitla, en la Huasteca Potosina, es el lugar que inspiró al noble inglés Edward James para diseñar "un laberinto para la Imaginación", como lo llama el doctor Eugenio Cabrera, autor de textos que forman parte del libro Mi tío Edward. Relatos del Castillo de...
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