Eduardo Guerrero Gutiérrez / Pura táctica
| Autor | Eduardo Guerrero Gutiérrez |
De acuerdo con Avinash Dixit -uno de los economistas más reconocidos de la actualidad- una estrategia es "el conjunto de acciones que un actor ejecuta para asegurar que el resultado de una interacción se ajuste a sus intereses". Después de siete meses, el gobierno federal no da visos de tener ese conjunto articulado de acciones que se ajuste a los intereses de los mexicanos en materia de seguridad pública. Aunque la página y media que el Plan Nacional de Desarrollo dedica al objetivo de "mejorar las condiciones de seguridad pública" contiene propósitos sugerentes, los mexicanos todavía no conocemos la ruta concreta que permitirá alcanzarlos.
En primer lugar, hace falta un diagnóstico; saber con claridad cuáles son las mayores preocupaciones de la población, y cuáles son los riesgos y amenazas más severos, para definir posteriormente, en cada municipio, qué temas deben atenderse de forma prioritaria. También es necesario auditar los recursos disponibles, y conocer las fortalezas y las debilidades de nuestras instituciones de seguridad pública.
En segundo lugar, necesitamos un conjunto de acciones articuladas. Se observan iniciativas aisladas, como el anuncio de la "regionalización" de las instituciones de seguridad o una política de capturas más cautelosa y con base en un uso más intensivo de inteligencia. Sin embargo, todavía es necesario formular, para cada una de las prioridades, un conjunto de intervenciones o programas concretos.
Finalmente, necesitamos escenarios y metas medibles. En este punto, es justo señalar que el presidente Peña identificó la violencia como la prioridad en materia de seguridad, y asumió el compromiso de reducir considerablemente los homicidios durante su periodo de gobierno. Sin embargo, a la fecha no tenemos conocimiento de las acciones articuladas que nos puedan acercar a esta meta.
¿Qué se podría hacer? Por regla general, evitar que los delincuentes actúen es mucho más barato y eficaz que intentar atraparlos y recluirlos. Sin embargo, no se observa una apuesta a la prevención o a la disuasión de la modalidades más severas de violencia: los "levantones", "ejecuciones" y "enfrentamientos" que, aunque menos visibles en los medios, siguen ocurriendo de forma cotidiana (si bien se lanzó un programa de prevención social de delito, que tiene un alto potencial para reducir la criminalidad, éste se enfoca en otras formas de violencia).
El...
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