Eduardo R. Huchim / Cuando el árbitro anota gol
| Autor | Eduardo R. Huchim |
En su actual confrontación con el partido en el poder, en la cual destacan dos casos -candidaturas y sobrerrepresentación-, el Instituto Nacional Electoral ha sancionado quizá con exceso de severidad, pero apegado a la ley en un caso, mientras en el otro ha actuado como árbitro que juega contra uno de los contendientes, Morena, por más que intente vestir su actuación con ropajes de equidad y proporcionalidad.
También es cierto que, en el caso de las candidaturas canceladas, Morena le dio el balón al INE, le despejó la portería y el INE metió gol.
Me apresuro a decir que, no obstante, es un despropósito plantear -como lo han hecho líderes morenistas- la desaparición del INE y someter a juicio político a dos de sus consejeros, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, quienes dominan el Consejo General, una vez que concluyó el periodo del poderoso consejero filopriista Marco Antonio Baños. La institución INE es mucho más que su Consejo General y debe ser preservada.
Hay quienes quieren ver en esta coyuntura un escenario en que el INE es el héroe de la película y sus contrarios son malévolos y antidemocráticos políticos, pero esa es una visión errónea. En la actual confrontación en desarrollo no hay inocentes. Todos, jugadores y árbitro, son responsables.
Hablemos del gol del INE con las candidaturas canceladas a Morena. Los candidatos de los partidos están obligados a presentar sus respectivos informes de gastos de precampaña y, si no lo hacen, son merecedores de la cancelación de candidaturas o la pérdida del derecho a registrarse. Con una irresponsabilidad enorme, Morena no cuidó que sus precandidatos presentaran esos informes y muchos alegaron que no hubo precampaña, sino encuestas para definir candidatos. Aun cuando así fuera, debieron presentar su informe en ceros, pero no lo hicieron (o lo presentaron a destiempo).
Así las cosas, el INE acreditó el incumplimiento y aplicó la sanción que abortó decenas de candidaturas, las más importantes de las cuales, a gobernador, son las de Raúl Morón en Michoacán y Félix Salgado Macedonio en Guerrero. Ante tamaño error, la dirigencia de Morena que encabeza Mario Delgado merece tarjeta roja. Y podrá discutirse si la sanción es excesiva o no, pero lo cierto es que está fundamentada en ley.
Este asunto tiene un ángulo luminoso: como pocas veces, la fiscalización de las finanzas de partidos y candidatos (rubro en que el INE ha sido deficitario, pero parece estar mejorando en años recientes)...
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