Educar sin violencia

AutorPaloma Villanueva

Frases como "te pego porque te quiero" han persistido a lo largo de generaciones, aunadas a la idea de que una nalgada a tiempo puede evitar problemas de conducta mayores; sin embargo, hay quienes señalan que este tipo de comportamientos legitimizan la agresión y la perpetúan por años.

Josefa Horno, activista española que ha colaborado en programas para prevenir la violencia contra la infancia para Save the Children, Unicef y los Ministerios de Educación, Sanidad y Bienestar Social de varios países de Europa, asegura que la violencia en muchos casos se produce en el ámbito de las relaciones afectivas, entre padres e hijos o entre parejas, por ejemplo.

La psicóloga, quien estuvo de visita en México para impartir una serie de conferencias, engloba en el concepto de violencia no sólo los golpes, sino también los gritos, los insultos y las humillaciones.

"Hay frases que la gente dice con una facilidad pasmosa como: 'si haces esto te voy a mandar con la abuela', 'me arrepiento de haberte tenido', 'ojalá no hubieras nacido'", critica.

Para prevenir la violencia hace falta enseñar a los niños y niñas desde pequeños que el hecho de que alguien los quiera no significa que tenga derecho a hacerles daño y que alguien que los quiere bien, los cuida, los respeta y no los agrede.

"Querer bien es unir el amor al cuidado, una persona que te cuida nunca te va a pegar, nunca te va a humillar porque sabe que eso te duele y te hace daño, entonces no es sólo que te quiera, es que te quiera y que te cuide", señala.

Respecto de los golpes, por mínimos que sean, Pepa, como le dicen, insiste en que sólo son una forma de enseñar a los niños que la vía para afrontar y resolver los problemas o las situaciones difíciles es la violencia.

"Hay situaciones paradójicas como padres que pegan a los niños por haber pegado a otros niños en el colegio.

"Si tu hijo pega a otros niños evidentemente es porque cuando él te llevó a una situación extrema tú reaccionaste pegando y gritando, entonces tú fuiste el que le enseñaste que la violencia es una manera de resolver los problemas", asegura.

Aunque está totalmente en contra de utilizar golpes como parte de la crianza de los hijos, Pepa aclara que tampoco se trata de juzgar a los padres.

"Cuando la gente le pega a sus hijos piensa: 'pues a mí mi padre me pegó y yo soy una buena persona', la gente necesita defender sus orígenes y es lógico, natural y humano", explica.

Si una persona creció siendo golpeada, humillada e insultada...

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