Efervescencia electrónica nacional

AutorEnrique Blanc

La inclusión de varios trabajos mexicanos en las ternas de los prestigiados reconocimientos franceses Qwartz es un argumento más que corrobora que la música electrónica nacional sigue siendo mejor vista (y más escuchada) fuera que dentro del País. Los premios Qwartz, otorgados por el Centro Internacional de Música Contemporánea Electrónica y Digital, se entregan anualmente desde 2004. Y para premiar a lo más sobresaliente en dicho rubro durante 2006, se llevó a cabo una ceremonia el pasado 23 de marzo en París, en la que se contó con la presencia de la cantante y productora islandesa Björk, quien recibió un homenaje por su carrera.

Es este reconocimiento pretexto suficiente para dar un rápido repaso a la efervescencia musical electrónica que se suscita en nuestro territorio, dividida en tres escenas por demás pujantes: Tijuana, Guadalajara y la Ciudad de México. Pero antes de adentrarnos en este horizonte, enlistemos a los nominados por Qwartz. Primario, el estupendo álbum de Fax (Rubén Tamayo), de Mexicali, editado por el sello Static Discos, es uno de los siete que compitieron en la categoría de Disco del Año; su pieza Soulsong también compitió como Track del Año. The Tijuana Sessions Vol. 3, del colectivo Nortec de Tijuana, fue nominado en el apartado de Compilación del Año, y su pieza Tengo la voz por Tema para Pista de Baile del Año, categoría en la que también figuró Mirando a las muchachas, del proyecto capitalino Instituto Mexicano del Sonido, que encarna Camilo Lara.

Cabe agregar que dichas nominaciones no son las primeras de mexicanos en citados reconocimientos; ya en otras ocasiones el trabajo del norteño Murcof (Fernando Corona) fue reconocido y galardonado, así como uno de los recopilatorios del sello Konfort Discos, al igual que Colaboraciones y remezclas, de Fax.

Frontera norte: Tijuana

El embrión del desarrollo de la electrónica mexicana se localiza en Tijuana, uno de los centros de producción de dicha música más fértiles y creativos del orbe. Allí surgió Artefakto, proyecto pionero conformado por Pepe Mogt, Roberto Mendoza y Melo Ruiz, responsable de los primeros títulos en dicho género musical, editados a fines de los 80 e inicios de los 90, y distribuidos vía el sello independiente Opción Sónica. Pero más que regodearse en la historia y el acelerado devenir de dicha escena, reparemos en los nombres que hoy continúan significándole actividad. Hecho determinante del presente de la música digital tijuanense fue la fundación...

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