Carlos Elizondo Mayer-Serra / Equidad tributaria

AutorCarlos Elizondo Mayer-Serra

Para el PRD la reforma fiscal debe hacer equitativo nuestro sistema impositivo. Nunca lo ha sido, nuestra desigualdad viene del pasado. Para que un sistema tributario recaude debe ser percibido como legítimo y para ello debe tener una buena dosis de equidad. El término equidad tributaria, sin embargo, es controversial, o por los menos tiene tres aristas: la equidad horizontal, la progresividad del sistema impositivo y la del gasto público.

La primera, la equidad horizontal, implica que todos los que tengan un mismo nivel de ingreso o de consumo paguen más o menos lo mismo. No es nuestro caso. Una gran empresa en el campo, que produce tomates de alta calidad, tiene una tasa de impuesto inferior a la de una empresa mediana que hace uniformes escolares. Un trabajador en una gran empresa, pública o privada, no paga impuestos por los ingresos derivados de diversas prestaciones, como vacaciones y guardería; mientras que un profesionista paga la misma tasa y no goza de ese tipo de exenciones. Un individuo que consume muchos alimentos de lujo en su casa y lee muchos libros no paga IVA, mientras que uno que compra discos y películas, y que prefiere ir a restaurantes populares paga el 15 por ciento.

Además, está la inequidad que proviene de la evasión o elusión. Un asalariado no puede evadir. Su patrón le retiene el impuesto. Un profesionista liberal puede evadir sobre buena parte de su ingreso, y una gran proporción de ellos lo hace, según un estudio del ITAM. Una gran empresa que se ampara contra un impuesto puede terminar por no pagarlo, una pequeña, cuyo ingreso no le permite pagar abogados para evitar las garras del recaudador, lo paga. Si queremos que los ciudadanos paguen más, lo primero que debe suceder es que vean que otros con ingresos y niveles de consumo similares a los suyos, pagan la misma tasa.

La segunda arista de la equidad tributaria, la que los perredistas defienden, es la progresividad del impuesto e implica que quienes tienen más ingresos, no sólo paguen una cantidad superior sino una tasa impositiva mayor. En otras palabras, un rico no sólo debe pagar más por tener más recursos, sino que debe contribuir con una proporción superior de sus ingresos. Nuestro Impuesto Sobre la Renta ya es progresivo en sentido absoluto; el 10 por ciento, el decil más rico de los hogares, paga una mayor proporción de sus ingresos totales y, dada la desigualdad en México, contribuye con el 64.6 por ciento de lo recaudado, contra a un pequeño subsidio...

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