Empacar para la muerte

AutorAndro Aguilar

Lilo Rühl, de 62 años, es una agente de viajes convencida de que, cuando tenga que hacer su último trayecto -del que nadie ha vuelto para contarlo-, no necesita más que amor, pues lo demás sobra. Por ello, en su respectiva maleta lleva como único equipaje una rosa roja cargada de simbolismo y la leyenda en alemán: nichts als die liebe (nada más que el amor).

La alemana es una de las cien personas que colocaron en una maleta lo que les gustaría llevar al morir, como parte de la exposición "Hacia el más allá y de regreso. Una maleta para el último viaje", que será exhibida hasta enero próximo en el Museo de Arte Popular en la Ciudad de México.

La mitad de los participantes son alemanes y la mitad mexicanos, de diversos oficios, profesiones, edades y niveles socioeconómicos.

Esa diversidad se refleja en las valijas.

"Dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros", se puede leer en una, cuyo único contenido son cartas escritas a mano.

Otro de los participantes, en cambio, colocó 21 identificaciones de diversas etapas y facetas de su vida.

La diseñadora textil mexicana Claudia Toffano hizo una maleta más gorda: incluyó dos retratos, una imagen de la Virgen de Guadalupe, dos pequeñas cartas escritas a mano, una pluma de ave, un mapa, un montón de piedras con el nombre de emociones negativas escrito en ellas, un reloj, una leyenda japonesa, un libro de autoayuda...

En cada maleta, además del perfil de la persona que empacó para su "último viaje", se incluye una nota de cada autor con sus razones para incluir esos objetos.

La variedad de las maletas permite observar las distintas cosmovisiones que se tienen sobre la muerte, pero también sobre la vida.

· · ·

La idea original de este ejercicio nació en Alemania, en 2007. La inició el tanatólogo Fritz Roth, con el objetivo de generar el enfrentamiento de las personas con la propia muerte e indagar cuáles son las cosas que les importan, más allá del consumismo.

El tanatólogo colaboró personalmente con cada participante a partir de una directriz: si tuvieras que empacar para tu muerte, ¿qué es lo que meterías en tu maleta? Éstos tenían la completa libertad para colocar en la valija lo que quisieran y decorarla a su gusto. Participaron 103 personas, algunas famosas y otras desconocidas.

Hubo quienes regresaron la valija vacía, pues para el viaje final no necesitarían llevar nada.

El resultado se convirtió en una exposición...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR