Empresa / Mita y mita

AutorAlberto Barranco Chavarría

Ubicado como punta de lanza de los Gobernadores aperturistas, la novedad en el planteamiento del hidalguense Manuel Angel Núñez Soto, es que bajo una reforma eléctrica por la vía constitucional el País tendría tarifas a la baja; se reforzaría la frágil estructura del aparato público, y habría nuevas fuentes de empleo, riqueza y bienestar para el País.

Casi el paraíso.

En los ejes del razonamiento del funcionario ubicado como uno de los prospectos más serios del Partido Revolucionario Institucional para pelear la candidatura presidencial del 2006, se anota que el dominio absoluto del Estado en el sector eléctrico es precisamente lo que hoy explica su empobrecimiento e incapacidad para expandirse y modernizarse, dado no existe un balance de obligaciones claras o de control ciudadano y privado de sus acciones. Vamos, se le dejó hacer y deshacer discrecionalmente sin rendir cuentas...

... y en la contraparte, sin la llegada y participación activa de nuevas e importantes inversiones, México simplemente no tendría energía para desarrollarse.

Lo cierto es que según la óptica del Gobernador ubicado como político-tecnócrata, o si lo prefiere tecnócrata-político, el destino ya nos alcanzó en el rejuego de posiciones antagónicas que plantean blanco o negro.

Si hace casi un lustro la reforma eléctrica era concebida para modernizar nuestra infraestructura, hoy es apenas una iniciativa para mantener encendidos los focos en nuestros hogares, de la misma manera que hace una década una reforma fiscal integral era concebida como un elemento fundamental para tomar ventaja de la integración económica mundial, y hoy es simplemente un esfuerzo para que el gobierno federal no enfrente la quiebra permanente.

"El tiempo ya no es un lujo mexicano, ya gastamos demasiado discutiendo tantas rutas alternativas de desarrollo, que parece que ya no recordamos que lo más importante eran los objetivos de justicia y bienestar social que constituían nuestra meta final".

Lo curioso del caso es que aún cuando la posibilidad de traspasar al sector privado algunas de las plantas de la Comisión Federal de Electricidad se canceló definitivamente al rechazar el Senado de la República la propuesta planteada en 1999 por el ex Presidente Ernesto Zedillo, Núñez Soto señala que sería ingenuo e irresponsable optar por la privatización absoluta del sector eléctrico, dado que ningún proceso similar ha sido exitoso, por más que Japón desincorporó su principal núcleo-eléctrica; Gran Bretaña...

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