Diván/ Empresario infiel.

AutorJosefina Leroux

P.- Estimada Josefina: Hace dos años se publicó mi carta: hombre de 50 años, casado, empresario con una amante de 19 años, estudiante.

Han pasado dos años 3 meses y seguimos mejor que nunca nuestra relación de amantes.

Ella se ha convertido en una hermosa profesionista. Yo he crecido mis empresas, crecido mi felicidad y estoy convencido que ha sido un regalo de Dios el haberme mandado a esta mujercita y el habernos hecho amantes.

De ella me gusta todo, su físico, su sabor y olor, su alegría y sentido del humor y en la cama es una bomba.

Yo le pregunto a ella "¿y de mi qué te gusta?", y lo primero que contesta es "tu manera como haces el amor". Por mi edad y experiencia puedo estar de 50 a 60 minutos haciéndole el amor, viendo y sintiendo sus múltiples orgasmos.

Con sinceridad te digo que ya conocí el cielo aquí en la Tierra en esos momentos.

Como cualquier pareja hemos tenido algunos enojos, a veces por celos míos principalmente, pero los hemos superado. Seguimos con nuestras reglas de respetar nuestras limitaciones y no esperar nunca que yo fuera a dejar a mi familia. Voy a seguir con ella, está decidido por ambos.

En el grupo socioeconómico en que me muevo, de mis 20 amigos y compadres, ocho de

ellos (40 por ciento) tenemos amante de planta, ocho (40 por ciento) tienen relaciones con amigas y empleadas y los últimos 4 amigos (20 por ciento) no tienen amantes, les da miedo.

¿Por qué pasa esto? ¿Qué le pasa a la mujer de 40 años? Qué pasa a las solteras de 25 años o más que se acuestan con el primero que les llegue? ¿Qué tenemos los hombres de éxito que trastorna a las mujeres? ¿Cómo parar a las mujeres en su búsqueda del hombre maduro? ¿Por qué a los hombres jóvenes no les gusta la mujer madura? Josefina, tú debes tener las respuestas.

R.- El enamoramiento dura aproximadamente tres años, paradójicamente lo exacerban las separaciones, las dificultades que se traducen en espera ansiosa, acumulación de deseo.

Los amantes no comparten más que parte de sus vidas, la...

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