El encanto de una diva retro

AutorJuan Carlos Hidalgo

La prensa más generalista quiere hacer pasar el fallecimiento de la cantante británica Amy Winehouse como el ingreso de un miembro distinguido más al selecto panteón de los mitos fallecidos a los 27 años. Y es que el personaje que se creó Winehouse logró interesar y seducir al gran público, a esa enorme franja de consumidores que apenas si tienen nociones acerca del soul y su estética sonora. Durante sus últimos años de vida, fue carne de portada para los tabloides y espacios sensacionalistas, siempre dispuestos a dar seguimiento al desplome de las estrellas y cronicar sus adicciones y desplantes desafortunados.

Poseedora de una excéntrica imagen tomada de las pin up girls y el universo vintage, buscaba prolongar el halo de las divas de antaño apegada a un género que bien podía entenderse como "pasado de moda" para la franja más comercial de la industria del espectáculo. ¿Elementos necesarios para la construcción de un mito musical? Personalidad única, ciertos rasgos trágicos y lo que debería ser lo más importante de todo: una obra artística de calidad superlativa.

La Winehouse, que venía de una familia de clase media (padre taxista, madre farmacéutica), optó por una música demodé para muchos, pero poseía una identidad vocal que la distinguía. De muy poco hubiera servido el look rescatado del pasado o los capítulos de romances fallidos, desmanes en lugares públicos y toxicomanía severa si se tratara de una cantante del montón.

La prensa inmediatista se conforma con alimentar el vínculo con los que murieron a la misma edad (Jim Morrison, Jimi Hendrix, Kurt Cobain y Janis Joplin). Se equivocan al destacar esta coincidencia, porque lo verdaderamente importante en que esta frágil -en todos sentidos- mujer fue y seguirá siendo su voz, su manera de cantar, que cuando estuvo en su esplendor -alrededor de la aparición del disco Back to Black (Universal, 2006), que fue su opus cumbre- alcanzó cotas altas de perfección técnica y belleza interpretativa. Si hay que buscar figuras legendarias con las que comparta ese canto supremo, habremos de reunirla con Aretha Franklin, Etta James, Ella Fitzgerald y Billie Holliday.

Con el tiempo se irán sublimando sus interpretaciones de temas como You Know I'm Not Good, Life Is a Losing Game y el cinismo exacerbado de Rehab -hoy día de tan siniestra ironía-. ¿Quién tendrá presentes sus pleitos matrimoniales, su paso por diversas clínicas o sus exilios en islas caribeñas? Lo que pervivirá son las canciones de su...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR