Encontró el éxito sin proponérselo

AutorArely Sánchez

Amparín nunca sacó buenas calificaciones ni se sentía atraída por los estudios. Sólo le gustaba dibujar y era tan buena que sus padres la dejaron ser.

Desde niña, los lápices de colores y un espacio en blanco -desde una hoja de papel hasta las paredes de su casa- eran lo único que necesitaba para ser feliz.

"Nunca pensé que alguien podría pagarme por un dibujo, por una de mis creaciones", narra Amparo Serrano, la creadora de una de las marcas más populares en el País y que se ha convertido en un blanco ineludible de la piratería en México: Distroller.

A diferencia de otros emprendedores, Amparo admite que ella jamás buscó tener una empresa ni convertirse en un ícono del diseño mexicano. Es más, jamás pensó que podía ganar su propio dinero.

"Yo no estoy para dar consejos, pero lo que sí puedo decir a alguien que quiera emprender, al compartir mi propia experiencia, es que si yo que nunca fui una estudiante brillante pude hacer Distroller, cualquiera puede hacer algo grande si realmente quiere y persevera", comenta.

Para Amparo, construir una compañía -que hoy tiene 30 tiendas propias en México y emplea a más de 250 personas y que fue elegida por Cartoon Network para crear una serie de dibujos animados- ha sido un ejercicio de prueba y error que hasta hace poco más de 2 años comenzó a generar utilidades.

Basta decir que Distroller originalmente fue la marca...

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