La encrucijada

AutorRogelio Carbajal Tejada

Miembro del CEN del PAN y representante ante el Consejo General del IFE.

Una derrota en las urnas como la sufrida por el PAN el 1o. de julio exige un estudio interno serio de las causas que la han provocado.

Este análisis, que debe concluir a la brevedad, ya ha iniciado y no está exento del riesgo de perderse en el encono interno y de un inocuo ajuste de cuentas que impidan un examen profundo que lleve al PAN a dilucidar qué pasó en 12 años y qué dejó de hacer en ese tiempo. La derrota no se fraguó hace tres o seis meses. Viene de tiempo atrás.

Acompañado de este examen de conciencia, el PAN enfrenta otro desafío. A la pregunta sobre qué comportamiento político debe asumir el PAN como oposición, el partido debe responder no sólo de forma inmediata sino también de forma precisa.

La encrucijada del análisis doméstico: la reforma interna

Hacia adentro, dos caminos puede tomar el PAN en el diagnóstico de por qué perdió la Presidencia y de por qué estados y municipios ganados durante décadas hoy colocan al partido en el tercer lugar de la votación.

Una de las rutas es la del ajuste de cuentas. Nadie puede escapar a la responsabilidad de la derrota. La inercia justiciera puede terminar por dar un tiro de gracia al ya de por sí delicado momento del PAN. Por eso, el otro camino, el del análisis de las causas, es más prolífico y eficaz.

Y en las causas es donde encontramos dos motivos torales del resultado. Ambos se remontan al año 2000, en el momento en el que el PAN asumió el poder.

La primera fuente de la derrota estriba en que en estos años el PAN dejó de construir partido. Durante 12 años el PAN vivió absorto en procesos domésticos, en elecciones internas que, lejos de solidificarlo frente al elector, lo dispersaron para convertirlo en una suma de grupos de poder. La democracia interna que antes fue fortaleza hoy se ha convertido en un lastre que frecuentemente elige candidatos más atados al interior que a las causas de la sociedad. La ausencia de liderazgos locales auténticos es patente.

El partido ha dejado de ser referente social y ha cerrado sus puertas a una sociedad civil que antes le veía como vehículo para transformar la realidad.

La reforma interna que ya se plantea en diversas instancias del PAN no debe esperar. Procesos y mecanismos internos deben revisarse para modificarlos y obligar en serio a que partido, dirigentes y militantes entiendan que parte de la derrota pasó por ahí.

La encrucijada de la acción política: unidad de...

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