La encrucijada de la Fe

AutorJaime Reyes y Jesús Salazar

En un mundo con más de 10 mil creencias, el futuro de las religiones se ve impactado por el desarrollo científico, la laicidad de las costumbres y las crisis, que van del fundamentalismo a la apatía.

Hoy, en medio de la proliferación de sectas y un cambio en la Iglesia católica, ocho escritores y teólogos analizan el estado de las creencias y la posibilidad de la globalización de una ética religiosa, a unos días del Congreso El futuro de la religión, organizado por la Fundación Cultural Hombre y Mundo, y que se realizará en el DF a partir del 22 de abril.

Paradójicamente, la inercia de la mente humana como obstáculo para su actualización, y el incesante trabajo catequista y proselitista de supervivencia desesperada, retrasará el colapso de la religiosidad, que está en manifiesto declive en los grandes centros de la ciencia, la tecnología y la política, asegura Gonzalo Puente Ojea, filósofo y ex embajador de España en el Vaticano.

En este sentido, para Juan José Tamayo, director de la cátedra de teología de la Universidad Carlos III de Madrid, la situación sociorreligiosa actual se mueve entre la crisis de las grandes religiones y la aparición de nuevas manifestaciones religiosas, la muerte de Dios y la vuelta de los dioses.

"Junto a la increencia generalizada en la sociedades desarrolladas, asistimos a un aumento de la religiosidad, que tiene carácter ambiguo: por una parte, se fomenta la superstición; por otra, actitudes liberadoras. Es la dialéctica de la religión", dice.

Lo cierto es que desde hace siglos la fe está decayendo, afirma el empresario y filósofo mexicano Gerardo Martínez Cristerna, lo que no significa que los humanos no necesiten del espíritu para atemperar sus miedos naturales.

"Pero esta espiritualidad tiene que ser definida por los hombres, sin revelaciones ni profetas. La efervescencia religiosa sólo es una cuestión más de poder", dice.

También para Javier Sádaba, catedrático de ética de la Universidad Autónoma de Madrid, la fe religiosa está a la baja, y son muchas las causas que la atacan en su núcleo, como el desarrollo de la ciencia, la laicidad de las costumbres, la mejora en la calidad de vida y el efecto de la Ilustración, que hacen difícil que se mantenga una fuerte fe religiosa.

"Eso no quita que surjan muchos otros movimientos que en un sentido amplio podríamos llamar religiosos. El revival de las religiones no es un mero slogan. La gente se refugia en ellas para dar un sentido a su existencia que, de otra manera, no encontraría", explica.

Como contrapunto, Enrique Dussel, filósofo argentino nacionalizado mexicano, afirma que la fe no va tanto a la baja, pues, aunque a finales del siglo 19 el ateísmo había crecido junto al agnosticismo, paradójicamente eso es casi inexistente ahora.

"El marxismo ortodoxo ha desaparecido, por ejemplo, y estamos en una etapa de fundamentalismos o de progresismos religiosos, pero casi no hay lugar para lo no religioso", explica Dussel.

"Aunque no es tanto que haya crecido la presencia institucional de las iglesias con credos, sino que el fenómeno religioso impacta de manera mucho más heterogénea en la población mundial".

Y es que desde hace unas tres décadas parece asistirse a un declive del laicismo que, arrancando con la Ilustración europea, parecía haberse extendido a todo el mundo a partir de la mitad del siglo 20, explica Rafael Valencia, catedrático de la Universidad de Sevilla.

"Esta vuelta a la religión se ha plasmado muchas veces en la aparición de nuevas elaboraciones ajenas a las grandes corrientes históricas de las religiones monoteístas o los sistemas orientales.

"Quizá la religiosidad sea menor. E incluso el laicismo, como sistema de pensamiento civil, también. Aunque se hable a todas horas de creencias religiosas", agrega.

Pero según el escritor mexicano Carlos Monsiváis, decir si la fe religiosa está al alza o a la baja corresponde a un cónclave, no a una persona, que, además, no es funcionario eclesiástico a cargo de la contabilidad de almas.

"Si me fío de un fenómeno internacional, la conversión de la Semana Santa en la época vacacional de la mayoría, entonces la fe está a la baja, pero si se observa a las muchedumbres musulmanas o guadalupanas, la religión sigue al alza.

"Y la efervescencia de religiones -casi 3 mil en México- indica la persistencia del ánimo devocional. También, y...

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