Encuentros con México/ Excelencias del arte popular (III)
| Autor | Ricardo Diazmuñoz y Maryell Ortiz de Zárate |
"La aventura, en el sentido más elevado del término 'aventura', que es el de la realización del destino por aceptar todo aquello que sobreviene, nos confiere identidad"
Victoria Cirlot
Morelia (Continúa)
Si el viajero dispone de poco tiempo para recorrer la ciudad, es conveniente que su experiencia estética y vital sea complacida en el recinto catedralicio, "una de las empresas arquitectónicas más ambiciosas del Siglo 17 novohispano", a decir de don Manuel González Galván, quien fuera miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. La traza de este prodigioso monumento le impuso a la arquitectura moreliana un sello característico: armonía, magnificencia y refinamiento.
Mientras el viajero se traslada de un lugar a otro podrá extraviarse placenteramente en el equilibrio arquitectónico y la decoración de una veintena de templos. La errancia por la ciudad es, ahora, una experiencia novedosa, pues la presencia de la antigua Valladolid es más contundente desde que el cableado de luz, teléfono y televisión fue instalado subterráneamente y los anuncios espectaculares eliminados. Luce tan hermosa, que el corazón y los ojos quieren registrarlo todo para descubrir su secreta personalidad. Al pasear por las calles no es difícil comprender porqué fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Mundial en 1991.
Morelia ofrece, además, varios museos: el Regional Michoacano, del Estado, de Arte Colonial, de la Máscara y una decena más. Otras posibilidades de conocimiento se alojan en el dibujo de su mancha urbana: el Museo de Arte Contemporáneo, el Orquidario, el Planetario, el Parque Juárez, el zoológico y Santa María de Guido, que nos brinda desde su altura una vasta panorámica de la ciudad.
Capula
A 24 kilómetros de Morelia desvíese a la derecha y transite 2 kilómetros; 30 minutos.
Sorprende que en guías federales, estatales o privadas no aparezca mencionada la población de Capula como relevante centro artesanal; las dos o tres que aluden a ella lo hacen escuetamente.
En la antigua Cocupato (lugar de recepción) la tradición alfarera conserva su encanto de loza vidriada y barro puntilleado; algunos objetos de barro que animan colores y motivos discretos, heredados de padres a hijos, son preciadas piezas de colección. En la caminata el viajero descubrirá sencillos rincones, muy sabrosos visualmente, y encontrará más de una razón para olvidarse de que Capula es, para muchos, un punto en los mapas.
En su ámbito el tiempo se adelgaza y nos...
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