Encuentros con México / La fiesta continúa

AutorRicardo Diazmuñoz y Maryell Ortiz de Zárate

Cuarta De Seis Partes

Ruta de las chinampas

"Ah tlamiz noxochiu; ah tlamiz nocuic; in noconehua xexelihui, ya moyahua".

"No acabarán mis flores; no cesaran mis cantos; yo cantor los elevo se reparten, se esparcen"

Colección de cantares mexicanos

Mientras millones de personas festejan un ilusorio nuevo siglo y, por ende, la falsedad de un nuevo milenio, en Xochimilco se celebrará el último 6 de enero del Siglo 20. Desde hace años, el día de Reyes es una festividad relevante en la ciudad lacustre. Miles de personas acuden a la casa del mayordomo (ver mapa), con juguetes, globos, golosinas y diversos regalos para homenajear al Niñopan. Muchos infantes, ataviados como Gaspar, Melchor y Baltazar, deambulan por las calles acompañados de pastores y pastorcitas. A las 15:00 horas los obsequios son repartidos entre los niños de escasos recursos. La fiesta rezuma sueños, mensajes y reverencias en todas las capillas de los pueblos chinamperos y es uno de los tres festejos principales de la cercana población de Nativitas. A las 17:00 horas se lleva a cabo la Adoración de los reyes en la parroquia San Bernardino de Siena, y a las 18:00 horas la misa solemne. Terminando este hay juegos pirotécnicos.

La parroquia es un mundo deslumbrante de manifestaciones plásticas; en ella podemos apreciar la evolución y expresión del universo cristiano en Xochimilco a través de la centurias. Las pinturas, esculturas y retablos fueron realizadas por grandes maestros que conocían, o intuían, los misterios de la liturgia arquitectónica y la imaginaría. Cada rincón de su interior produce un apasionante placer estético. Raras veces el arte religioso del virreinato matiza con tanta perfección variadas influencias. La rica iconografía y su simbolismo nos obliga a recorrer con la percepción abierta ese centro microcósmico, intemporal y emotivo.

Si las chinampas son jardines navegantes, la nave de la parroquia es jardín de significados y sentimientos que nos comunican con la imaginación y el sueño de la espiritualidad sin importar la religión que profesemos, pues los símbolos, lo sabemos, son consustanciales al ser humano.

La notable construcción franciscana, de carácter monástico-militar, se empezó a construir en 1535. El templo se terminó el 20 de mayo de 1590 y su convento y claustro se concluyeron hasta 1604. Sus fundadores fueron los frailes Martín de Valencia, quien en 1527 inició una plantación de olivos a lo largo de dos kilómetros en las riberas del lago, además de...

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