Encuentros con México / Tlaxcala, jolgorio de máscaras

AutorRicardo Diazmuñoz y Maryell Ortíz de Zárate

Se precisan cientos de horas para conocer la diversa belleza de la geografía del estado más pequeño del País y 236 días para asistir a todas sus fiestas; algunas de fama nacional e internacional, entre ellas su Carnaval, en el que del 4 al 8 de febrero tiene lugar la expresión de la cultura popular más distintiva y relevante del pueblo tlaxcalteca.

Las "carnestolendas" tlaxcaltecas son una aventura extraordinaria en los parajes de lo imaginario. Quien llega por primera vez a Tlaxcala quedará deslumbrado por la riqueza de elementos que integran las fiestas de carnaval sustentadas en las danzas de los huehues (viejos, vocablo derivado de Huehuetéotl, el dios viejo o del fuego, considerado el padre de los dioses y la más antigua de las deidades).

Algunas "camadas" de huehues están integradas por más de 100 participantes, lo que requiere de una excelente organización, una férrea disciplina y, sobre todo, de la responsabilidad de los danzantes que bailan por gusto para conservar una tradición que germinó en territorio tlaxcalteca hacia principios del siglo 18.

Ya desde el siglo 17, los trabajadores de las haciendas acostumbraban bailar "cuadrillas" imitando con burla las danzas de sus patrones. En 1699, el conde de San Román, gobernador de la Provincia de Tlaxcala, prohibió las danzas populares y cualquier tipo de manifestación popular que ridiculizara a los hacendados; a pesar de la orden, los bailes no desaparecieron, al contrario, se incrementaron y cada comunidad definió su personalidad.

En los poblados y en la capital del estado, el visitante gozará del espectáculo de vestuarios y sombreros profusamente empenachados, unos con plumas de águila y faisán, otros con plumas de avestruz. Indumentaria y sombreros son resonancias exageradas de un pretérito centenario, ecos paródicos de la vestimenta de los hacendados hispanos y de sus fastos. A partir de los años 60 del siglo pasado, las mujeres se integraron a la danza, lo que favoreció notablemente el devenir de las cuadrillas. Antes, el rol femenino lo interpretaban hombres disfrazados. Ahora sólo se disfraza de mujer la Nana, personaje que representa a la madre de las cuadrillas de charros, vasarios y doncellas; sobre ella recae la responsabilidad de la ejecución, no debe permitir ningún error.

Actualmente, más de 60 poblaciones tlaxcaltecas festejan el carnaval, lo que ha propiciado una variedad de atuendos, danzas, máscaras y significados, que hacen único el carnaval de la entidad. Los...

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